Si por definición "diario" es una "relación histórica de lo que ha ido sucediendo por días, o día por día", nada que objetar ante el título de esta bitácora, pero si algún despistado entiende que, también, un "diario debe de ser algo más que una agenda atrasada, entonces mejor que no se pase por aquí.
En un ataque de locura podemos aceptar que alguien le dicte por teléfono a otro, cada día y con pelos y señales, hasta a qué le huelen los pies, pero lo que ya es casi imposible de aceptar es qué el tipo en cuestión, al que le huelen los pies, no ponga el grito en el cielo cuando se vea reflejado en el diario; Es imposible que alguien tenga una vida tan rematadamente tópica, aburrida y previsible y se empeñe en contarnos todos los días donde, como, con quien y qué desayuna, justo lo que uno menos espera del, que se supone, autor, aunque en este caso mejor "dictador", por lo del teléfono.
Al menos podemos dejar el beneficio de la duda, pensar que el autor es él mismo y que le da verdadera vergüenza firmar semejantes post, por eso se ha inventado lo del teléfono, sería más que comprensible.
Todo en el blog huele a viejo, a tópicos de los ochenta a los que parece agarrarse como una Gloria Swanson cualquiera haciendo de Norma Desmond, un blog anacrónico, antiguo y sin más sentido que insertar un pasado en el presente, que explota algún nombre que solo conocen ya, los que fueron en una época adolescentes y andan ahora con la barriga a cuestas y perdiendo pelo a marchas forzadas.
Te gustará...
- SÍ: Si tienes la colección completa de "a mis niños de treinta años" que cantaba miliki y no te pierdes ni un solo capítulo de "cuentamé como pasó"
- NO: Si vives en el año dosmil tres