Intentar ejercer de “moderno” solo para dárselas de “hiper-mega-super-guay”, tiene su dificultad hasta en las bitácoras; No basta solo con escribir en cada frase cinco palabras seguidas de esas que solo usan sus “colegas-que-molan”, sino que hay que hacer parecer que uno es un entendido de verdad, aunque sea a costa de “brillantes” monólogos que dejen bien claro, que uno esta en la “onda”.
El resultado es una bitácora donde es difícil encontrar una oración coherente que contenga sujeto verbo y predicado, toda ella basada en un desesperado intento de caerle simpático por todos los medios a quien la visita mediante supuestas frases ingeniosas al estilo “martinez-soria” en visita a la ciudad, esa que no era para él.
Más que risa da pena, y no solo por la simpleza de sus contenidos, esos que el autor intenta elevar a la categoría de “guays”, sino por pensar que alguien que lo conozca pueda estar leyéndolo y que, al día siguiente no podrá contarle el porqué del ataque de risa que todavía le dura, al leer sin anestesia, a un aventajado alumno de la mismísima leticia-sabater.
Calificación:
Borjamari