Pese a una elección de fotografías que pretenden ser impactantes y se quedan en simples malos adornos, el texto, su texto, lo que al fin y al cabo de verdad importa, es bueno.

Bernardo Claros es como su apellido singular, claro, conciso, especialista en hacer fluir sentimientos en los que se sienten identificados la mayoría de sus lectores y un montón de gente más que debería de serlo. Su post del domingo sobre el sentido del verano es toda una joya sacada con fondo de absoluta sencillez.

Se puede subir al cielo de varias formas, las memorias de un amnésico es una de ellas, para no olvidarlas nunca. 

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