Las bitácoras políticas, independientemente de su ideología, suelen estar alejadas de la realidad de una forma directamente proporcional al fanatismo que profese su autor.

Los plúmbeos e ininteligibles post, siempre largos hasta la extenuación, típicos de este tipo de blogs no suelen ser más que parrafadas demagógicas en busca de un autoconvencimiento que justifique, de alguna manera algo que es incomprensible para quien lo escribe: que el resto de la humanidad no entienda como verdades únicas e irrebatibles sus pensamientos.

Enrique meneses, que intenta venderse como el primer reportero que ascendió a sierra maestra con el "coma-andante" y además, haber sido el director de playboy (suponemos que no a la vez ni en el mismo país), atraviesa el espejo y desde su bitácora cuenta un mundo que fabrica a su medida, habitado por sombras del pasado lleno de ideas preconcebidas tan fanáticas como apolilladas, tan exaltadas como incongruentes, lo mismo nos insulta a todos opinando sobre como los 40 millones de españoles tienen un encefalograma plano que hace un cálculo, así "groso modo", por encima, y concluye que el 90% de los españoles, voten lo que voten están en contra de la guerra.. ¿Tendrá algo que ver con el estado de su electroencefalograma?

Es una pena que alguien que con un curriculum como el del autor, que a "priori" podía pensarse que iba a aplicar su experiencia para desarrollar sus conocimientos, aportando una visión despasionadamente personal de un mundo en continuos cambios, acabe escribiendo de una forma tan patética y reaccionaria, asfixiado por una demagogia trasnochada que defiende muros según quien los haga y es incapaz de entender que las verdades preconcebidas y absolutas hace mucho tiempo que pasaron a la historia y que hoy por hoy, el mundo se mueve por criterios que no son precisamente caducas, rancias y gastadas ideologías.

Que en algunos sitios, más que salir a dar voces a la calle en plan de "incondicionales-apoyos", lo que funciona es lo de "un-hombre-un-voto", y que, por más que les pese a algunos que creen que su "preparación" para opinar es muy superior a la del resto, tiene el mismo valor el voto de quien grita por las esquinas que el de un mudo.

Aunque quizá esto no lo acabe de entender el primer reportero que ascendió a Sierra Maestra con el ché guevara (por cierto, por mucho amor que uno tenga se escribe con una "r") y fidel castro durante la revolución cubana, y más si es de los convencidos de que nada como los años para llevar siempre la razón.

Lo decía john knittel "se es viejo cuando se tiene más alegría por el pasado que por el futuro", y algunos lo son hace mucho, y no sólo por la edad, y siguen aferrados a los buenos tiempos, que sin duda, tuvieron pero que quedan ya muy lejanos.