Culebrón bitacoras .net versus .com paso tres: como explotar la vanidad ajena

Los dos directorios que intentan aspirar a ser el punto de referencia de las bitácoras en español, continúan su encarnizada lucha, mucho más suavizada en las formas que al principio, pero igual de sucia en el fondo.

Después de la renovación a marchas forzadas impuesta por el miedo a una competencia que, de seguir como hasta entonces, lo iba a tener muy fácil, bitácoras.net cambió toda su estrategia y, quizá como un ensayo para el futuro, empezó a ofrecer alojamiento a cambio de dinero. Unas semanas después, el absoluto fracaso de esta nueva formula ha hecho que quede como residual, algo que en un principio era la oferta estrella.

Como consecuencia de este chasco, bitácoras.net ha tenido que improvisar sobre la marcha y cambiar su estrategia, poniendo sus miras en atraer a su ámbito de influencia, a esas "comunidades secundarias", que se dejan cortejar, aunque no se acaben de decidir quizá esperando a ver si cae algún puesto en el “consejo de administración” para el amado líder que calme su sed de gloria.

Así no ha escatimado medios en crear premios que toquen uno de los puntos más sensibles de cualquier autor de bitácoras, el ego, además de convertir su espacio de “blogsfera” en una continuo escaparate de incienso, loando post tan infantiles como que se escribe más en viernes (¿), o reseñando la entrevista con el perejil de todas las salsas, en un patético intento por arrimarse allí de donde pueda sacar algo.

Pero no le va a la zaga bitácoras.com, estos que entraron como un elefante en una cacharrería hablando de apoyos a nivel del ´”mundo mundial” y que tiraron la casa por la ventana regalando espacio a diestro y siniestro, han visto como su “residencia” apenas se ha quedado en la fachada y que a pesar del “gratis-total” ni tan siquiera han cubierto el cupo, reduciéndose su gran “obra” a unos cuantos dominios vacíos y bitácoras de segunda fila.

Ante este fracaso, su cambio de estrategia a sido el mismo, intentar captar desesperadamente aquellas bitácoras que por sus visitas podían atraer más gente, lo consiguió con el weblog de una mujer gorda , ese panfleto en forma de culebrón inflado artificialmente por todos los medios al alcance del autor, un catalán obsesionado con las visitas, y tientan una y otra vez, por ejemplo, a la plagiadora en español de friday 5 para que traslade la “idea” a sus dominios.

Y esto no ha hecho más que empezar, al menos no nos aburriremos.

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