La cosa húmeda o dime de qué presumes...
Hay bitácoras con gracia, bitácoras que caen en gracia, y bitácoras en las que su autor intenta desesperadamente hacerse el gracioso para caer en gracia. En estas últimas, bastante abundantes, el resultado que suele ser siempre el mismo, el autor, jaleado por los hipócritas de turno, esos que le alaban cada post pero que ya hace tiempo que dejaron de leerlos, acaba creyéndose que está en el verdadero camino de la inmortalidad literaria o, lo que podía ser mucho más "elegante", ser fichado por alguna revista metafilosófica con aspiraciones de figurar.
Pero la realidad es tozuda, y lo que el autor entiende como post de fina y brillante ironía, suelen ser unos pestiños reiterativos, pretenciosos y aburridos, que además se empeña en alargar por aquello de satisfacer a sus incondicionales, a pesar de que estos solo entren para dedicarles frases ya hechas, sin importarles lo más mínimo lo que ese día escribió o dejó de escribir.
La cosa húmeda es todo un ejemplo. Una bitácora vulgar, llena de guiños de una mal entendida comicidad que suele resultar muy pesada y cuya única finalidad parece ser dejar claro con pelos y señales lo importante, significativo, trascendental, específico y gracioso que es su autor, empeñado en gritar a la mínima que tiene estudios, bien demostrando cuan ilustrado es, bien corrigiendo los inefables test habituales que todo el mundo se conoce ya de memoria.
Este aspirante a james william, más propio de redactor becario del consultorio del superpop que de un futuro profesional, no debería de dejar de ver "lo mejor que le puede pasar a un cruasan", que se estrenará el próximo 21 de noviembre. Una película dirigida por el componente del "el tricicle", paco mir, con pablo carbonell y josé coronado como cabezas de reparto que cuenta la vida de pablo, un treintañero holgazán, misógino, prostibulario y, sobre todo, famoso como pseudofilósofo en la red. Quizá le sirva para sus próximas sabias elucubraciones de pensador pedante.
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