Hay palabras curiosas que siendo la misma resulta que tiene significados completamente opuestos. Por ejemplo "enervar", término que proviene del latín "enervare", quitar nervio, su significado original es debilitar, quitar las fuerzas, tranquilizar.

Pero a lo largo del tiempo acabó imponiéndose un uso erróneo de la palabra al ser utilizada como "poner nervioso", "sacar de quicio" que obligó a la real academia a incluir esta segunda acepción. El resultado es la paradoja de que "enervar" significa tranquilizar, pero también poner nervioso.

A jaio, autodenominada espía, le pasa algo similar. Resulta que empezó bajo los dominios de blogalia con una bitácora amable, entretenida, curiosa, una bitácora que en cada post nos descubría enlaces interesantes y que, aunque no fuera precisamente el oink! si se podía visitar diariamente sabiendo que si estaba jaio detrás, siempre encontrábamos algo interesante.

Pero empezó la dispersión y jaio en vez de sumar ha establecido el "divide y fracasarás". Su ansia por establecer nuevos dominios y acaparar un huequecito en bitacoras.com antes es de tener material con que llenarlo, le ha llevado a publicar esta mamarrachada de web, fallido intento de querer buscar la gracia fácil mediante elementos que pretenden ser originalmente cutres pero que se quedan en simplemente previsibles. Y es que hasta para presentar lo más hortera se necesita usar el talento

Por ahora el único resultado es que jaio no sólo significa ya cierta calidad, sino también algún que otro blog de puro trámite, relleno con cualquier cosa, vació de creatividad y completamente prescindible.

Una manera como otra cualquiera de dilapidar un, hasta ahora, bien merecido prestigio.