El carnaval de las ciber-comunidades o el traje del emperador
Hablar de "acrobacias narcisistas" primero y poner de "ejemplo de las bondades y la calidad de información" dónde uno está escribiendo, no deja de ser un síntoma de como están las cosas en torno a los que se han auto-creído "gurus" de los "blogs" y que intentan por todos los medios autoconvencerse de lo importantes que son.
¿Pero de verdad se creen eso de que las bitácoras "disputan ahora espacios al periodismo establecido"? ¿Tanto puede uno babear para ser considerado "pelota-políticamente-correcto" como para tener que inventarse lo de "trabajo cooperativo de corte idealista"? ¿escribe en serio o aún anda de resaca navideña?
Pocos años antes de publicarse 1984, goebbels regalaba al mundo su incontestable fórmula propagandística: "una mentira repetida mil veces se convierte en una verdad.." pero no por eso dejará de ser mentira y ese parece ser el camino que han tomado un grupo de "intelectuales" que, sin que nadie se lo pidiera, ni falta que les hace, se han puesto a "liderar" ese minúsculo espacio de internet que son las bitácoras.. y se lo acabarán creyendo.
Peor para ellos, la realidad es muy otra, les guste o no, los weblogs no tienen influencia alguna salvo la que ejercen los "amos" de los espacios, a los que siempre hay que decir "amen", sobre sus vasallos y que acaban formando "comunidades" cerradas dónde, ahí si, ahí pueden besarse el culo entre ellos y, como pasa en cualquier grupo cerrado, son capaces de montarse la mejor película del mundo sobre "su" futuro prometedor y además retroalimentarse sin problemas.
Y ya puestos, cualquier argumento les vale, que siempre se puede usar el socorrido truco de que la calidad no vende y que por eso la gran mayoría de ellos solo son "visitados" por los "adoradores" de turno.
Por supuesto ellos jamás escriben para ser leídos por las grandes masas, simplemente quieren ser influyentes líderes del "mundo-mundial-bitacoril" aunque para ello tengan que venderse una y otra vez con pedantes post recordando, a todo el que quiere leerlo lo importantes, que son.
Inconvenientes de confundir demasiado a menudo realidad con deseo.
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