Escaneado del artículo publicado ayer en la sección "seré breve" del suplemento "magazine" de los periódicos del gupo godó y asociados

Intimidad y exhibicionismo

Quim monzó

Durante siglos, los adolescentes -tanto masculinos como femeninos, pero sobre todo femeninos- han buscado a menudo en el diario personal una salida al desajuste con el mundo que provoca el incremento de producción hormonal. Eran cuadernos de tapas forradas de piel, o simplemente de cartón. Algunos, con portadas en las que se leía "Mi diario" o "Querido diario"; con o sin orla de flores, a elegir. Los diarios personales eran algo que la gente escribía para sí. Uno explicaba sus neuras, los conflictos con los padres, si le gustaba tal chico o tal chica, y una vez escrito, se quedaba más tranquilo. El diario era el amigo que siempre está dispuesto a escuchar nuestros secretos. Por eso muchos llevaban un pequeño candado, que evitaba que los familiares leyesen lo que no debían. Con el paso del tiempo, muchos acababan por cogerle gusto al asunto y descubrían una insospechada vocación literaria.

Ahora, todo eso ha cambiado. Es cierto que aún hay adolescentes -y no tan adolescentes- que escriben diarios personales, en libretas y para ellos mismos, pero la aparición de Internet ha modificado el panorama. Ahora, lo que se lleva son esos diarios o dietarios on-line llamados blogs, weblogs, blocs e incluso bitácoras. Son una página en la que el autor escribe sus impresiones del mundo, comenta una noticia que le ha interesado... Los hay que se especializan. En deportes, en cine, en política. Pero la mayoría son de confidencias, pubescentes. Y ahí está la novedad: si la cualidad básica de los diarios personales era su discreción, que eran secretos, ¿cómo es que ahora estos otros diarios personales se exhiben para que los vea todo el mundo e incluso deje sus comentarios?

Hay ahora un blog que parodia lo insustancial de la mayoría de sus congéneres. Quienes sean lectores habituales de blogs y decidan visitarlo comprenderán hasta qué punto es inteligente y cruel. Se llama "El blog más aburrido del mundo", se encuentra en www.wibsite.com/wiblog/dull/ y es un ejemplo de elegancia e ironía. Hace unos días, el autor escribió: "Estaba en casa y he decidido salir un rato. He cogido las llaves, he abierto la puerta de delante y he salido fuera. Me he girado y he cerrado la puerta tras de mí". Eso, el día 2. El día 8, en cambio, escribió: "Frente a mí tenía diversos trozos de papel. He mirado uno durante unos instantes y entonces lo he puesto a un lado. Tras lo cual he cogido otro trozo y lo he mirado un rato". El día 19 las cosas fueron diferentes: "Estaba sentado en una silla, en la sala de estar. La pluma estaba sobre la mesa. He alargado la mano y he cogido la pluma". Así cada día. El número de comentarios que cada entrada recibe de los visitantes -que en la mayoría de los bloqs normales está a cero, y que en general no supera la decena- llega aquí muchos días a los 200 y los 300. No me extraña, Yo también me he convertido en adicto. "El blog más aburrido del mundo" es no sólo una burla del exhibicionismo intimista de muchos blogs sino también de todos esos dietarios que tantos escritores pomposos escriben como si su vida cotidiana y sus aforismos sobre el huevo duro tuviesen el más mínimo interés para alguien que no sean ellos mismos.

Quim monzó

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