Magonia o siglo xx cambalache, problemático y febril
Vaya por delante mi más sincera admiración, en un mundo de "chorros, maquiavelos y estafaos, contentos y amargaos, valores y dubles", dónde casi nadie dice lo que piensa, lo cual no sería malo del todo si al menos dijeran lo que sienten, hay que tener valor para vestirse de síntesis, transparencia y compromiso y hacer de francotirador por amor al arte.
Magonia, una bitácora con idéntico título a la preciosista película que aburría hasta las ovejas, es un claro ejercicio de inteligencia, bien construida a pesar de su horrendo diseño, -algo que no le resta un apice de interés-, bien escrita y sobre todo leal a sus propias convicciones, algo difícil en un mundo cotidiano donde la gente no está muy dispuesta a pensar lo que siente ni, sobre todo a tener que sentir lo que piensa.. como decía ironicamente quevedo: "¿siempre se ha de sentir lo que se dice? ¿Nunca se ha de decir lo que se siente?
Gamez realiza un blog inteligente, maneja incomparablemente el sarcasmo para parir post heterodoxos, lúcidos y cáusticos, se mueve con talento y profundidad en los recovecos de unos mundos peligrosamente absurdos, profundamente interesados dónde "hoy resulta que es lo mismo ser derecho que traidor, ignorante, sabio, chorro, generoso, estafador. Todo es igual; nada es mejor; lo mismo un burro que un gran profesor. No hay aplazaos ni escalafón; los inmorales nos han igualao".
Los que ya tenemos esa edad que nos permite acordarnos de como gastábamos nuestra energía llorando a moco tendido ante las desgracias de clarita, la de heidi, o envidiábamos a pipi calzaslargas porque vivía sola y tenia un padre pirata que le había dejado un cofre lleno de monedas de oro, andamos más preocupado por las vitaminas y la próstata que por la transcendencia del extraterrestre de roswell o por el hombre de piltdown, pero siempre es un placer leer a alguien que, desde la más aplastante lógica, arremete de una forma lúcida y sin concesiones contra el mamoneo fácil y los tópicos neoespiritistas de toda la vida.
Lo malo es que magonia tiene la batalla perdida, el masoquismo humano, una seña de identidad en cualquier época, anda ahora en su máximo apogeo, las fantasiosas historias que describen cretinos anfetaminicos han encontrado altavoces mediáticos que las amplifican hasta el infinito y más allá, el circo montado por histéricos profesionales y monaguillos obsesionados con bajarse los pantalones a la menor son el complemento ideal para la verduleria postmoderna en que se han convertido los charlatanes de toda la vida.
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