.. la guerra entre nuestras gloriosas estrellas mediáticas parece que se extiende a rincones dónde, al menos hasta ahora, la vanidad era un pecado desconocido.
Si ayer uno de los señores del sistema, manejando información privilegiada, ponía precipitadamente en funcionamiento un lector de feeds, aunque sólo para los acólitos que aún sobreviven bajo su protección divina, la competencia, verdadera causa de tan expeditivo lanzamiento, no ha querido quedarse atrás y hoy mismo ha lanzado, con toda la artillería mediática y hortera de la que ha sido capaz, -todos hemos pensado que la bandita naranja era por aquello de la boda más que por un estreno- su nuevo "
servicio" que intenta hacer exactamente lo mismo.
El resultado, el que era de esperar cuando se antepone la jactancia y la soberbia a el buen hacer, la colaboración y la busqueda de resultados: una precipitación que lleva siempre a la chapuza.
Poco a poco parece que van solucionando sus múltiples "problemas técnicos", problemas que saben que se hubieran ahorrado, al menos muchos de ellos, si hubieran hecho las cosas más pendientes de lo que de verdad querían hacer, que en poner toda su atención para saber como de adelantado lo tenía el vecino.