Aunque no es algo extraño, de un tiempo a esta parte un gran número de bitácoras han escogido el camino de la domesticación; Abunda lo políticamente correcto, ese que cultiva hasta el empalago el buen rollito virtual, quizá como único camino para llegar a ser aceptado por la "élite bitacorera", algo que, si uno es mediocre y egocéntrico, -cualidades muy extendidas-, parece ser la única forma de poder alcanzar.
Pero hay quien resiste,
"el sentido de la vida" es uno de esos pocos blogs que puede presumir de contar con una tarjeta de presentación independiente; La bitácora, irregular y excesiva de principio a fin, nunca ha sido de fácil digestión para una inmensa mayoría y hasta ha estado cerca del atragantamiento algunas veces (muchas) para unos cuantos (demasiados) señores feudales de esos que tanto se hacen notar.
"El sentido de la vida" es una bitácora experimental en estado puro, típico
freak alejado de todas las tendencias, con ideas y con imaginación, sin un estilo identificable ni clasificable pero que es seguido por un puñado de adeptos a los que, como al autor, les da igual ocho que ochenta, porque lo que manda es el tema, y si el tema puede romper normas se rompen sin más aspavientos, encajando su ironía, a veces brutal, sin despeinarse en absoluto.
Mientras nuestros grandes prohombres discuten, acomodados en su casino provinciano, sobre el sexo de las bitácoras, en una vergonzosa carrera de autoelogios para ver quien es el más guapo, el más listo, o el primero que empezó la cadena del corta/pega que se lleve ese día, otros, simplemente, hacen buenos blogs, muy buenos blogs.