... la habitual subida de tensión que cada jueves experimenta el usualmente circunspecto bicubic al leer las almibaradas reseñas, perpetradas desde el pijerio más complaciente, en un rinconcito del ciberpaís, tuvo ayer un nuevo y divertido capítulo -los jueves milagro-, que se saldó con un desaforado recital de gestos, en forma de post, a través de una histérica y algo crispada puesta en escena que, lejos de contribuir a aclarar algo, no ha logrado otra cosa que transubstanciar el mal rollo latente, convirtiéndolo en un espectáculo sensacionalista para voyeurs impenitentes... que haberlos haylos.

El redicho susodicho artículo, causante de una de las jornadas más hipertensas de nuestro habitualmente ponderado bicubic, no era más que una trivial reseña acerca de un blog, ejecutado de guindas a brevas, por esa domesticada pareja cómica de fustes clásicos que han logrado amontonar en sus dominios unos cuantos chascarrillos arrevistados, cuyo único futuro parece ser el de redundar en el aborrecimiento de la lectura "blogueril" por parte de las generaciones más jóvenes, sumamente permeables a la subliminal asociación entre literatura y rancio sentido del espectáculo.

Arfg, arfg, arfg.. ¿pero que coño he dicho?, decididamente tantos adjetivos no pueden ser buenos.. al fin y al cabo no hace falta casi ninguno para decir que lo único que le pasa a bicubic es que tiene un berrinche de tres pares de cojones por un ataque de pura y dura envidia, un ataque que, por cierto, todavía le dura.

Pero es que ahora, que quiero redimirme y ser bueno, decirlo así queda tannnnn brusco... !jo!