Nos cuentan que...
... aunque aun tímidas e impregnadas de ese miedo reverencial al "quien se mueva no sale en la foto", un pequeño hatajo de autores que publican bajo el apellido "blogalia", algunos de ellos pertenecientes al núcleo duro del grupo, están transmitiendo su intranquilidad por lo que, según apuntan, es un cierto abandono en el mantenimiento, tanto técnico como de imagen "corporativa" de esta comunidad, abandono que parece ir en aumento en estos últimos meses.
Esta desidia se ha hecho notar no solo en la "joya" del grupo: el alojamiento de páginas, sino en otros servicios anejos, como el irc o los mensajes al yahoogroup "público" que mantiene (algún spammer y la contestación del saleroso desocupado de turno haciendo la gracia, es lo más emocionante, y único, que ha ocurrido ultimamente), donde la reducción de actividad se hace cada vez más evidente.
La preocupación es más inquietante si tenemos en cuenta la manera de funcionar del grupo, mediante un sistema personalista impuesto por su creador, promotor, generador, organizador, amplificador y, en fin, luz de guía espiritual de todo el cotarro, que tiene el control absoluto sobre cualquier tipo de movimiento "técnico" que tenga que hacerse.
Sería una verdadera pena que la única comunidad sería, respetable y madura, referente desde su creación en cuanto a bitácoras en español se refiere, perdiera sus señas de identidad y acabara medio abandonada o lo que sería peor, sustituida por experimentos tan ramplones y folclóricos como ese chabacano invento, al que en su desesperación por llamar la atención al precio que sea, no se les ha ocurrido otra cosa que provocar el debate con algo que nunca falla: los cuarentamilquinientos principales ohhh yeahhhhhh en versión blog, extendida y cocinada (¿trabajaran en el c.i.s.?), de tal manera que ha provocado la carcajada general hasta de los pocos que se la han tomado en "serio".