Pasa el tiempo pero no termino de expiar mi culpa: la gente sigue considerándome un ángel exterminador de bitácoras. (aquí un largo suspiro)

Haga lo que haga, diga lo que diga, sentará mal. A veces intento ser bueno, (dejémoslo en menos malo), y deslizo entre líneas un piropo, pero ni aun así. Cualquier esfuerzo por quedar bien resulta inútil. Cría fama dice el refrán. Pues yo lo mismo.

Mis piropos no tienen ninguna credibilidad. A veces incluso levantan sospechas. La bondad no tiene audiencia, lo sé desde siempre, que ya me lo decía mi vecina del tercero, esa que era adicta al "evacuol", tenía un marido taxista y un hijo muy listo pero muy vago que no le estudiaba nada: "borjamari, ser bueno será bueno, pero aburre que se mata.." y en esas ando.

Pero hoy no me voy a cortar, hombre ya!

Un año, bitácoras.com cumple en estos días un año y no reconocerle el éxito sería perder el sentido de la realidad, que para eso una cosa es la ideología "bitacorera" de cada uno y otra muy distinta la profesionalidad.

Perdomo (perdón, perdón, perdón por usar el nombre sin tú consentimiento) ha situado a "su" portal en cabeza y todos los que conocemos un poco de este tema podemos calibrar las dificultades que tiene alcanzar algo así. No cayó nunca genuflexo ante el becerro de la competencia, lidiándola con ambas manos y además atreviéndose hasta banderillearla de vez en cuando al transcuerno.

Perdomo (perdón, perdón, perdón por usar el nombre sin tú consentimiento) sabe dónde se traban los nervios secretos de la gente importante en "esto", conoce a la perfección la luces fugitivas del éxito temporal y es capaz de distinguir a esos cantamañanas de tendencia indeclinable al bóvido y al pienso, a los que generosamente acaba por dar su cobijo, demostrando habilidad en la gestión, capacidad de trabajo y conocimiento a fondo del medio.

A perdomo (perdón, perdón, perdón por usar el nombre sin tú consentimiento) los blogs le salen por los poros del cuerpo, su piel son las bitácoras, su alma son las bitácoras, está impregnado de bitácoras y vive por ellas y para ellas. Él mismo es la bitácora insomne. Algunos envidiosos se empeñen en enumerar con tenacidad los defectos de este portal. Los tiene sin duda, pero son muchas más las virtudes.

Lo dicho, a pesar de las discrepancias ideológicas, en el sentido más "bitacoril" de la palabra, que nos separan me complace escribir todo esto para cumplir con una norma de esta casa: reconocer el mérito allí donde se produce.

Feliz cumpleaños

¿No me habré pasado, verdad?.. pero por un trozo de tarta es que me ciego...! señor señor que cruz esta de ser adicto al azúcar!