Yo no quiero domingos por la tarde o como demostrar que la vida es como una goma que une a dos infelices, cuando uno suelta del extremo le da al otro en las narices
Como en las obras de malcolm morley o richard estes, pioneros del género, en los blogs también existe el hiperrealismo, ese que siempre consigue conmocionar a un grupo de desocupados lectores, mediante la inquietante y desafiante exhibición de fragmentos de vida en una galería de cuentos enmarcados y colgados en el aire de la plaza pública.
Los ávidos leedores pasean entre estas páginas que parecen estar en perpetua mudanza; apenas si existen algunas de colección permanente, cambian de estancia de un minuto a otro y se detienen donde le parece. Hay de todo. Quien se queja de una presunta y asfixiante uniformidad en el panorama de los blogs es porque no se fija bien y pasa demasiado deprisa ante la obra expuesta.
No resulta sencillo, porque la competencia es cada vez más dura y los artistas del género se esfuerzan en presentar producciones de auténtico impacto, cautivar al público con piezas hiperrealistas, aquéllas que reflejan con una fidelidad extrema, casi agresiva, la vida misma.
Yo no quiero domingos por la tarde es el "hiperrrrrrrealismo" hecho blog, y no sólo porque en el se refleje sin pudor su rumboso mundo interior, a medio camino entre snoopy y susanita, la "amigüita" menos amigita de mafalda, sino por ese empeño constante de convertir su bitácora en el cuarto de estar de su propia existencia.
Cualquier post se podía esperar a estas alturas de una creadora rompedora y que ha hecho del riesgo y la ruptura sus más reconocibles señas de identidad, pero hay que reconocer que su última obra ha vuelto a sacudir, con la fuerza de los "enfants terribles" del submundo del arte, a galeristas, "curators", coleccionistas y críticos especializados.
Si con su aplaudido post, tan descriptivo el pobre, sobre a quien y como saludaba cada mañana enseñando dientes, (al más puro estilo pantoja), y, con sus trilladas formas de dar las gracias -eso si que es un meme- consigue romper moldes, con su post de las 60 respuestas para conocerla mejor, enésimo y críptico autodefinido de la artista en plena y volcánica creatividad, ha superado todas las expectativas y ha vuelto a disparar la cotización de su firma en el mercado.
Cada artista es un mundo y aquí, desde siempre, ha habido muchísimo arte.