... una recatada a la par que respetuosa recomendación a los responsables de esa fastuosa y axiomática lista bautizada con el solemne nombre de “top 500”: en la próxima revisión de esta chorrada coyuntural, no estaría de más la sistemática aplicación de risas enlatadas que acompañaran, como sonido de fondo, a tan excelso trabajo, por aquello de emperifollar como se merece esta deposición.

Quizá así, especificando claramente su carácter de “inocentada”, -algo que a pesar de estar incuestionablemente claro no todos parecen llegar a entender visto el elevado número de “observaciones” que recibe un servidor sobre el asunto-, evitaría algún que otro ataque de ansiedad, tan malo en esta época ya que puede desembocar en una ingesta descontrolada de polvorones, guirlaches y sobaos pasiegos, cuando no despertar una latente agresividad y acabar tirando por la escalera, es un suponer, a la primera "testiga de jehová" que llame a la puerta para felicitarnos la navidad bíblia en mano.

Al fin y al cabo, ni el endocrino de la seguridad social, ni la pelmaza “salvadora” de turno, ni tan siquiera el insoportable e irritante de "yo", tenemos culpa alguna de que blogs como este, tan actual, tan comprometido, y tan riguroso, esté en un penoso puesto noventa de una lista de mil, cuando es evidente que condensa como nadie a través de sus innumerables y actualizadísimos post, talento, capacidad, intuición, perspicacia, lucidez, y, sobre todo, un extraordinario y extenso manejo del lenguaje, algo que le haría merecer, sin ningún género de dudas, un puesto muy distinto al que ahora ocupa.

Evidentemente y después de una visita a tan enciclopédica bitácora, nonagésima más "influyente" de entre las más de catorcemilquinientas inscritas, no nos cabe la menor duda que los responsables de esta ineluctable lista, apreciando -que es gerundio- como se merecen todos los eternos valores de los que hacemos blogs, así como la extraordinaria repercusión de los mismos en ámbitos tan diversos como la política, el periodismo o las nuevas tecnologías, y, en un gesto de generosidad que agradecemos de antemano, seguro estudiarán con el rigor y la pulcritud que solo ellos han demostrado, la idea de las risas enlatadas para las próximas actualizaciones.

Algo que evitará, sin duda, el cachondeo generalizado que se está produciendo ahora, cuando alguien que se acerca por primera vez a este "micromundo blog" y que no tiene porque saber que este entretenido y campechano "top" no es más que una divertida chacota, pincha enlaces de la primera pantalla de este y descubre atónito las especiales características de algunas de las bitácoras, consideradas por nuestros inconstestables y nunca suficientemente bien idolatrados líderes por la gracia de dios, como “las más populares”.