Nos cuentan que...

No es la primera vez que llueven correos anónimos intentando, por el rastrero método de la lástima, -puro chantaje emocional-, hacer cambiar alguna opinión de las que por aquí aparecen.

Suelen apelar a la mala situación personal del autor del blog sobre el que libremente hemos opinado (los útimos sobre la "salud" de kp y un posible empeoramiento de la misma por culpa de las líneas anteriores -algo que no se creen ni ellos- ya llueven sobre mojado), como si esa mala situación (suponiendo que fuera verdad) de alguien que escribe en un blog fuera patente de corso para poder decir cualquier estupidez y que esta le tuviera que gustar, obligatoriamente, a todo el mundo.

Aunque sólo fuera por lástima. (sic)

Como han sido varios los casos y en cada uno de ellos ciertas oenegés ambulantes en nombre de una extraña amistad, han intentado crear un "sentimiento de culpa" en este que escribe con amenazas de lo que pudiera pasar como consecuencia de... nada mejor que un resumen de un artículo del genial umberto eco para intentar zanjar la cuestión.

"Fulanito de tal le echa un gran rapapolvo a su hijo porque volvió a casa después de las tres de la mañana, y el chico, enfadado, se ahorca en el desván.

El padre es condenado por inducción al suicidio.

Perico de los palotes, pichichi internacional del real deportivo, en la tanda de penaltis con la que acaba el partido, lanza el balón a la portería sorprendiendo al portero y destruyendo su fama de guardameta imbatible. Al portero le da un ataque y la federación de fútbol promulga una ley por la que, de ahora en adelante, el que tire a puerta debe hacerlo sólo con gracia, avisando por adelantado al portero del ángulo de tiro que piensa hacer.

El doctor reuma le dice al señor dolores que tiene un cáncer de próstata y el señor dolores, enloquecido, se va a casa, mata a su mujer y a sus diez hijos y luego se tira por la ventana.

Una ley de estado declara que a partir de ese momento los médicos deberán de abstenerse de emitir diagnósticos que ofendan los sentimientos de los pacientes

En las dictaduras la crítica está prohibida y todo el mundo lo sabe, al menos en eso juegan con las cartas boca arriba, pero en los sistemas democráticos siempre hay quien no soporta que alguien no esté de acuerdo con sus mismas ideas y se empeñe en difundir la sensación de que cualquier crítica un poco menos que cortés, puede armar la mano de un fanático con excusas sobre una supuesta ética que, casualmente, siempre va a su favor.

La tentación de llevar a efecto este juego puede nacer a veces de ciertas excusas, los parientes de alguien que murió de dolor porque lo despidieron del trabajo podrían tener la tentación de decir que el responsable de esa muerte es su jefe; las reacciones emotivas tras el hecho se pueden entender. Lo que preocupa es que, en cambio, alguien pueda decir: "!no me critiques, porque si luego alguien me hace daño será culpa tuya!"

Esto es simplemente un chantaje.

Pobres de nosotros si no pudiéramos atacar aquello que nos parece mal sólo porque se tema que un loco, elaborando de forma paranoica los motivos de la desavenencia, pueda tener reacciones violentas.

Por estas y otras razones resulta especialmente preocupante el clima que se está creando en el debate de la ética.

Quienes intentan censurar con estúpidos argumentos de ética social sobre imprevistas consecuencias son los de siempre; si alguna virtud tiene poder escribir libremente es precisamente la de poder polemizar, criticar, levantar la voz o el pie y decir como nos parecen las cosas.

Que ya somos todos mayorcitos como para que un "granhermano", que encima suele erigirse por autoiluminación, se empeñe en decirnos lo que podemos o no podemos escribir anunciándonos, al más puro estilo de cualquier religión, las grandes catástrofes que se nos vendrán encima si no somos buenos.. o lo que ellos entienden por "buenos", claro."

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