... blogalia vuelve a otearse por el horizonte.

Y todo el mérito hay que reconocérselo a su "único", (comprensible palabra en este mundo, aunque poco práctica como se está demostrando) jefe, por haber recuperado ya "todo lo automáticamente recuperable" y además, como alguien apuntaba con toda la razón: "en un tiempo record".

Naturalmente también ha habido quien haciendo bueno el refrán "a río revuelto ganancia de pescadores", aprovechó la ocasión para mandar "mensajitos" a diestro y siniestro (borjamari incluido) para hacer realidad, al menos durante unas horas, sus patológicas ganas de llamar la atención.

Pero "idiotas" (en la acepción "tonto, corto de entendimiento", algo que es evidente) ha habido y habrá siempre.

Más difícil resulta entender que algún "destacado", por "antiguo", que no por "calidad" (opinión ésta que, aunque por diplomacia nadie diga con él presente, es pública y notoria), con una falta absoluta de tacto y hasta de respeto en una situación que cualquiera puede intuir cuanto menos "difícil", no se le ocurra otra cosa que, en mitad del barullo, preguntar aquello tan español de "¿...y de lo mío qué hay?"

Quizá la pregunta fuera completamente correcta ( y seguro que más de uno la estábamos pensando), pero desde luego el momento elegido para hacerlo no puede ser más inoportuno, y lo único que hace es retratar (una vez más) a quien la realizó.

Anécdotas aparte, y quizá por poco habitual en esta bitácora, ese "ya queda menos", no está sonando a "gloria".

Y punto.

... al menos hasta la próxima.