Nos cuentan que...

Lo dijo (como no podía ser de otra manera) hace algún tiempo mi fabrizio - conzetanocondoscesnoseasburroborjamari (hasta que no los desendemonien nada de poner enlaces a blogalipantoja ihhhhhh malyuyu) con su habitual estética preescolar de pub de divorciados y su alarmante despreocupación por tocar fondo: "los blogs son heraldos de la libertad de expresión, una tecnología amada y al mismo tiempo temida por el periodismo tradicional"

Desde ahora ya no me importa nada, se acabó el miedo a que alguien destape que mi afición por escribir a diario llegaba a superar mi consumo de mortadela siciliana, se acabó meter la cabeza en el microondas cada vez que alguien se empeñaba en decirme marrano hasta en el d.n.i. por decir lo que me salía de ahí, se acabó el descrédito que suponía escribir un blog.

A partir de ahora puedo darme a la depravación respaldado por esta axiomática frase marcada a fuego sobre mi frente marchita, las nieves del tiempo platearon mi sien.

A ver, entendedme, tampoco es cuestión de que todo el que escriba una bitácora sea renacentista estilo martasanchez, que lo mismo cantaba delante de la legión que hacía de extraterrestre en supernova (¿por qué no le dieron el "oscar" esos envidiosos?), pero basta con darse un pequeño paseo por ellas para comprender que el 99% de estos retazos de vida, de estos "heraldos de libertad de expresión" son la quintaesencia de la sencillez, de la serenidad, de la exquisitez, de refinamiento, del buen gusto y de la elegancia más fragante y delicada.

Como mínimo.

Vale, sí, hay quien los considera un vicio, pero un vicio sano, un vicio que a mi particularmente me hace olvidarme por un rato del curro en el taller de bolsos coreanos, de mi galopante sobrepeso (empiezo a ser el clon silencioso de la mariterecampos) y hasta esas dudas existenciales que me corroen desde hace varias semanas y que me tienen a puntito de caer en el abismo de la indecisión ¿qué quedará mejor para el pezón derecho, ponerme piercing o nippel?

Gracias fabri, gracias por tu valentía, gracias por dar ese paso al frente y decir lo que todos pensamos: "los blogs son heraldos de la libertad de expresión, una tecnología amada y al mismo tiempo temida por el periodismo tradicional". No está lejos el día en que los autores de bitácoras podamos decirles a esos creídos, chulitos y perdonavidas de los periodistas tradicionales aquello que le dijo una puta a una monja el día del juicio final: "te jodes que no era pecado."

Claro que lo que no acabo de tener tan claro es quién sería quien en esa historia....

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