Era un secreto a voces que desde el
borjamari nos resistiamos a creer, pero la realidad y el deseo no suelen ir de la mano y al final hoy, el rumor ha dejado de serlo:
feedmania cierra.
Ya desde el principio,
algo no acababa de cuadrarCualquiera que conociera un poco este micromundo de los blogs y no se hubiera dejado llevar por los -muy interesados- cantos de sirena de los cuatro autoerigidos "expertos", esos que suelen intentar vendernos las bitácoras como el camino más corto para ser -mínimo-
billigates, (algo que ellos son los primeros en saber que es mentira aunque insinuen lo contrario), podía temer este final.
Tampoco hay que rasgarse las vestiduras, esto es un poco el
timo de la estampita. Es verdad que el "gancho", (en este caso disfrazado de altisonantes declaraciones, conferencias y coloquios en los que siempre quede claro que el blog es el
futuro) y por un módico precio (suele bastar comprometerse a besarle un poco el culo en público), promete al "paleto" de turno gloria, fama y hasta cinco sus minutos de "notoriedad en algún rincón "importante" que lo catapulte a la "fama".
Pero no es menos cierto que, a su vez, el "paleto" intenta aprovecharse de los supuestos contactos que le vende el "tonto" pensando que, con lo avispado que él es y la de posibilidades que tiene este
mundo, acabará siendo por sí mismo el dueño del imperio.
Lo malo es cuando el "timado" se da cuenta que le han vendido
humo, que todo es una entelequia y que lo único que de verdad hay, al menos por ahora, son unos cuantos "listos" promocionando el asunto, usándo un marketing basura que se aprovecha de la vanidad ajena para engordar la propia.
Lo malo es que la cosa no parece que pare aquí, según las malas lenguas, otros "experimentos", cada vez más ralentizados, están pensando igualmente en tirar la toalla.
Y, al menos en algunos casos si se llega a confirmar, sería, de verdad, una verdadera pena.
Quizá sea el momento de empezar a poner un poco de cordura en todo esto, dejar de fabricar interesados castillos en el aire y usar la realidad, (que es como es y no como nos gustaría que fuera) como el parámetro más aceptable a la hora de poder seguir avanzando.. y que esto funcione, que a pesar de todo, merece la pena.
Hasta este
ceporro estaría dispuesto a contribuir, modestamente, arrimando su hombro.