Quejas o temblad malditos, llegan los blogs justicieros
"Buenas, quería una hamburguesa".
"¿Doble de queso? ¿Patatas grandes o pequeñas? ¿Qué bebida desea?
"Me da igual, ponga cualquiera".
"No de ese sabor no tenemos "¿Doble de queso? ¿Patatas grandes o pequeñas? ¿Qué bebida desea?
"Vale, simple de queso, patatas medianas y una botella de agua".
"Es mi deber informarle que si dobla la ración de queso y pide un refresco en vez de agua, puede llevarse una ración de aritos de cebolla gratis y un sobrecito adicional de mostaza francesa. Además le regalamos un shin-chan cabreado y otro haciendo taichí".
"Vale, vale, espere un momento"
"De acuerdo, le paso a modo de espera".
"Si quiere hacer su pedido pulse uno, si quiere nuestro supermenú gigante puse dos, si desea dejarnos alguna sugerencia pulse la tecla de acolchado seguida de asterisco. A partir de entonces tiene tres segundos para calcular el logaritmo neperiano de 12 en el caso de que tenga un teléfono con tonos o politonos, y de cinco segundos adicionales si su teléfono es extraplano, recite algo de zorrilla, baile una muñeira y si todavía le quedan ganas de hacernos alguna sugerencia permanezca a la escucha".
Pues hasta aquí hemos llegado: dueños de
telehamburgesa, bonitos, tenemos un problema, podéis empezar a temblar pero ya.
Por fin hay un
heraldo de libertad a nuestra disposición, pero no un "
heraldo" televisivo o periodístico serio a los que tan acostumbrados estáis a manejar a vuestro antojo y en los que polemizar para cambiar de tema es lo más fácil del mundo: ("
no me atendieron correctamente" "
Eso es incierto y vosotros sois unos cerdos nacionalistas"... Veis, ya he polemizado), no.
Un "
heraldo de libertad" dedicado en exclusiva a denunciar vuestros continuos abusos y que acabará haciendo que comáis alpiste en la mano de vuestros clientes: nada más y nada menos que ¡una bitácora! (¿Cómo se os ha quedado el cuerpo eh? ¿A qué ya sólo mentar una palabra como "
blog" impresiona?
Uno, que tiene sus fuentes, ya ha recibido el soplo del miedo que les está recorriendo el cuerpo (que están
acojonados, vamos) a todas y cada una de las empresas denunciadas en esta valiente, y arriesgada bitácora de denuncia, que ven como las enérgicas y tenaces -cual perros doberman- quejas vertidas en sus post les están arrastrando a espantosas represalias que los siempre solidarios y fraternales lectores de blogs pueden poner en marcha si no media, ante los atropellos denunciados, la satisfacción conveniente.
A ver si se creen esos fanfarrones arrogantes que porque, las denuncias publicadas, sean expuestas con cierto buen talante (tan sutil de forma como contundente de fondo) no se esconda detrás, apoyándolas respaldándolas y hasta vitoreándolas si hace falta, toda la autoridad y la influencia del imperio blog, un imperio con mano de hierro en guante de terciopelo.
Algunos no saben con quien se juegan los cuartos.. ¡Vamos!, con las
bi-ta-co-ras hemos topado. !No te digo ya más nada!