Verbália, el país de los verbívoros ...
que toda la vida es sueño y y los libros sueños son
Hay bitácoras que uno recomendaría por su condición de objeto con independencia de la calidad objetiva de su contenido.
Una idea original, una propuesta insólita, una invitación a lo "diferente" pueden llegar a ser el mejor gancho para atraer lectores.
Y verbália es, probablemente, uno de esos escasos blogs.
En plena fiebre de las bitácoras de edición casera-experimental, formatos raros y autodefinidos productos "elegantes y artísticos" -más artificiales que válidos- que acaban clonándose entre ellos, se está poniendo bastante complicado encontrar algo distinto, algo que se salga, -aunque sea un poco-, de la ya tan normal "anormalidad".
Verbália es un desbarre completo, una bitácora bizarra que no hay por donde coger.
Sin embargo, hay algo en lo absurdo de su propuesta, en la aparente incongruencia que contiene, que deja un regusto raro aunque no necesariamente desagradable.
Bien cuidada, ofrece en sus propuestas una percepción diferente de la realidad, una forma distinta e inteligente de considerar las cosas con ojos nuevos, de saber liberase de las estructuras fijadas por unas normas demasiado rígidas, inflexibles y dogmáticas a las que tan acostumbrados estamos cuando nos topamos con bitácoras pretendidamente "experimentales".
La capacidad creadora, "la creatividad" de la que hacen gala los componentes de verbalía sorprende, y más que por la calidad de sus textos (bastante más flojos de los que se podía esperar), por estar íntimamente ligada a conceptos como curiosidad, imaginación, descubrimiento, innovación, etc.
Todo es un juego de expresión parecido al de beber la tónica, la primera vez que la pruebas tuerces el gesto, pero siempre hay alguien que te da la explicación "¿no te gusta?.. eso es que la has probado poco"?