Memento mori o como envolver la cursilería rosa en celofán negro"
La obra surrealista trata de ser una
"realidad" que no se encuentra regida por las leyes de la lógica, la casualidad o la sintaxis, creando un mundo grotesco e incongruente. Esa esencia es la que hace que exista una enorme dificultad para interpretar una obra de este tipo en términos y conceptos tradicionales.
Es precisamente este estado caótico del surrealismo, mediante la exposición de frases en un
fragmentarismo inconexo, lo que hace que muchos aspirantes a garabatear sus primera letras opten por este modo de hacerlo como la manera más fácil de esconder su incompetencia.
Pero no todo vale ni tan siquiera bajo esta etiqueta.
Mori es un claro ejemplo de intentar usarlo con un resultado grotesco, convirtiendo sus post en palabras inconsistentes que acaban formando frases incongruentes y absurdas sin el más mínimo sentido. Hasta el surrealismo más militante no renuncia nunca a una mínima finalidad estética,
mori en cambio, acaba confundiendo la libre asociación de ideas con las incoherencias sin más sentido que su ineptitud.
Su bitácora termina convertida post a post en una prosa desarticulada y desorganizada, aburrida y sin sentido, que hace que uno la pruebe y no le queden ganas de volver a repetir, demostrando, como tantas otras veces, que hasta para aspirar a expresar poesía en forma de prosa fácil, hay que tener cualidades. Y en esta bitácora las únicas cualidades que aparecen son las del aburrimiento mediante el más puro, duro y sin sentido, "
coñazo" de impresión.