Nos cuentan que
... cierto "portal" de blogs, (de impronunciable nombre para esta humilde y descarriada bitácora bajo emailamenaza de "emprender acciones legales y bla, bla, bla...") tiene una curiosa manera para "promocionar" a sus "colegas".
Resulta que rebuscando entre sus más íntimos rincones, (una frase, por cierto, que en otro contexto sonaría algo lujuriosa), aparece una (in) completa pero detallada relación, enlace incluidos, sobre algunos de los sitios más "aparentes" en los que se pueden crear bitácoras.
Unos datos bastante útiles sobre todo para aquellos novatos que desconocen el funcionamiento de estos asuntos y que se fían de las breves (y muy correctas) reseñas que ahí aparecen, a la hora de elegir un alojamiento para poner en marcha su blog.
Lo más pintoresco del caso es que en los links de al menos dos de estas "recomendaciones", (concretamente las correspondientes a blogalia y a blogia) pinchando los correspondientes enlaces en vez de llevar al interesado al sitio descrito para empezar a montar el blog, le remiten automáticamente a "crear bitácora" pero del mismo portal desde el que se está "pinchando" el enlace (ese de impronunciable nombre para esta humilde y descarriada bitácora bajo emailamenaza de "emprender acciones legales y bla, bla, bla..") en vez de acabar en el "alojamiento" cuyas "virtudes" tan amablemente se publicitaban.
En el caso de blogalia quizás tendría su explicación por sus particularidades, ¿pero en blogia? ¿Descuido o picaresca?
Sea como fuere con estos chicos -y chica- (del "portal" de blogs de impronunciable nombre para esta humilde y descarriada bitácora bajo emailamenaza de "emprender acciones legales y bla, bla, bla..") no gano para lexatines. Me tienen todo santo día pendiente de ellos y luego van y quieren constreñirme.
De verdad... que tengo un disgusto.
PD: humildemente me gustaría hacer notar que en nin-gún-mo-men-to nombro al "presunto" portal, por si acaso. (Dicen que en la carcel los bitacoreros están muy mal vistos)