Patrocinalia o quien da primero...

Tetra alimenta a la mayoría de los peces en cautividad; Hahn protege con vitrinas blindadas las piezas más valiosas de los mejores museos; Morton salva cientos de vidas con sus airbags; Tente rollen fabrica casi todas las ruedas con las que se deslizan las camas de los hospitales; Aeroxon lleva 90 años liderando el sector de las cintas antimoscas; Suspa amortigua como nadie la vibración de las lavadoras; Unión knopf abotona a media humanidad; Von ehren acapara el negocio de los árboles gigantes; Dräger es el rey de las incubadoras; Baader domina el 90% del mercado de instrumental para despiece de pescado; Brähler permite entendernos con sus sistemas de traducción simultanea; y la española chupa-chups clavó un palito a un caramelo y se echo a vivir de las rentas...

Los que hayan leído el libro de chesterton, "el club de los negocios raros", ya saben a que me refiero.

Aquella obra recreaba las ocurrencias de unos excéntricos que habían inventado alguna nueva y curiosa forma de hacer dinero.

Salvando las distancias con tan recomendable novelista, también en los blogs empiezan a aparecer curiosas iniciativas "empresariales" encaminadas a hacer de las bitácoras, -sin duda una buena idea en sí mismas-, algo económicamente "rentable".

Al menos de aquellas que así lo decidan.

La receta es fácil. Otra cosa es realizarla.

Patrocinalia no deja de ser un buen comienzo para aglutinar todo lo que se relaciona con un tema en el que no se necesitan grandes inversiones, ni alardes financieros, ni casualidades imposibles, sólo altas dosis de tenacidad, clarividencia y ponerse manos a la obra.

Las ideas, brillantes o sobrias, están exentas de impuestos. Ninguna invención es perfecta al nacer, el "éxito" y la "riqueza" dependerá del trabajo bien hecho.

Hay que conocer el "producto", diferenciarlo, dotarlo de personalidad y no perder nunca de vista la realidad. El apoyo de los padrinos (marketing y publicidad) alegra la vida, pero no es suficiente para triunfar.

Los que se han hecho millonarios con su ingenio confiesan que el secreto consiste en ofrecer lo que el público necesita y, acto seguido, ofrecérselo con calidad, a buen precio y antes que nadie. Cuando estas condiciones se cumplen, el emprendedor afortunado puede prescindir de las mejores escuelas de negocios y hasta reírse de ellas.

Nadie plasma mejor estos requisitos que las bitácoras y patrocinalia es, al menos "a priori", un buen comienzo.

Esperemos que dure, aunque tal y como están de "revueltas" las cosas en el micromundo blog (y si son verdad los rumores que corren por algunos "mentideros" peor se van a poner), ya sólo echar a andar una iniciativa de este tipo, puede considerarse un triunfo.

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