A cara de perro o como el mundo es un teatro, pero la obra tiene un reparto deplorable
El repetido descenso a los infiernos al que algunos pueblos parecen estar abonados, acaban haciendo que sus habitantes desarrollen unos mecanismos de supervivencia, una coraza que les proteja hasta la llegada de mejores tiempo, y, desde luego, uno de los mejores blindajes para esperar a que escampe, suele ser la sátira.
La finalidad del humor satírico es fustigar al triunfador, al poderoso, a quien nos domina. No siempre somos libres de expresar abiertamente una crítica, por eso hay ocasiones en las que hay que buscar subterfugios con el fin de que ese poderoso no nos calle a perpetuidad.
Y si hay un pueblo con una historia convulsa y trágica ese es el argentino, un pueblo que ha ejercido de montaña rusa a lo largo de su historia, llegando a la cumbre, descendiendo al averno, que tan pronto era el orgulloso granero del mundo como despreciaba las atrocidades de sus dirigentes a cambio de que su selección de fútbol hiciera sentirse como reyes a casi todos los habitantes del país sedados por pasarella, ardiles, fillol o menotti.
Quizá por eso se hace tan buena sátira desde allí, a la fuerza han aprendido a desfigurar la realidad para destapar la verdad, a abrir esa válvula de escape para los odios y el malestar, para vengarse a su manera de lo que no es justo.
Esta bitácora es un buen representante de ese cinismo que debería de invadir a cada argentino. Con un lenguaje basado en la eficacia de imágenes construidas con palabras, a cara de perro crea iconos difíciles de olvidar en una bitácora de parodia y caricatura, de surrealista intencionalidad, de ironía pura y dura.
Idealista, provocador y escabroso, su inventiva no parece tener fin, sus post nos permiten tantas interpretaciones como queramos siempre recubiertas de ese humor negro que mezcla lo brutal y lo delicado, mediante figuras grotescas que no son más que un reflejo critico de la convulsa sociedad en la que se mueve y que no suele ser, nunca nada suele ser, como nos la quieren vender.