No, no habrá "comentarios". Y sí, esto es un blog grupal...
"Borjamari" es perfectamente consciente del morbo que provoca su identidad en un mundo tan pequeño y provinciano como es el de los blogs.
Pero a pesar de su anonimato, defendido con uñas y dientes, borjamari tiene nombres y apellidos (en plural) y ya que ninguno de ellos ha salido públicamente en alguna de las muchas quinielas que se han organizado al efecto, no estaría de más que se dejara de especular con nombres que nada tienen que ver con los textos aquí publicados.
"Borjamari" existe como personaje, y no es, evidentemente, un j.d. salinger, un b. traven, un thomas pynchon o un carlos castaneda, ¡más quisiera sólo pisar por dónde ellos! pero las especulaciones sobre su identidad (por otra parte tan alejadas de la realidad ) no dejan de ser una broma que puede perjudicar a quienes se vean envueltos en ella sin tener "ni arte ni parte".
Cualquiera que acostumbre a seguir el mundo de los weblogs hispanos, comprenderá perfectamente el por qué de tener que firmar con un nombre tan ridículo.
Es evidente que, aunque en el buen camino (ya empezó cierta "selección natural"), los blogs aun están en pañales, sabemos perfectamente que cualquier opinión contraria a las directrices de los que se han autoerigido como portavoces de todos los demás, condenan automáticamente al "opinador" a un "ninguneo" absoluto, (el correcto blog de bicubic es un buen ejemplo) algo que es más sangrante y cruel en un mundo como este, donde el "reconocimiento" del grupo parece ser una de las metas más deseadas.
"Borjamari" seguirá a pesar de las infantiles y macarras "recomendaciones" de "... ejercer acciones legales como responsable.. bla, bla, bla..." perpetradas en plan "usted no sabe con quien está hablando", por ciertos porteros (de portal) metidos a monopolísticos gurús, (o al menos intentando serlo -suponemos que por intercesión divina-), los mismos que se creen en la obligación de elaborar a su antojo y por su interés, listas de amiguetes y venderlas como "santas" y "verdaderas" escondiendo el verdadero motivo de tan "espléndido" trabajo y que no es otro que poder influir y medrar con ellas, razón, (las susodichas "recomendaciones") por las que hubo que suprimir los comentarios en la única concesión a la autocensura de borjamari, aunque esta fuera más bien por "invitación".
Fue toda una victoria para este grupúsculo, sin ningún sentido del humor (y ahora sumergido en una lenta y penosa agonía de la que, al contrario que ellos, no nos alegramos en absoluto). No deja de ser una pena que un portal tan innovador en muchas cosas y con tantas iniciativas, -lo cortés no quita lo valiente-, usara métodos tan mafiosos cuando algo no era de su agrado. El problema no es su arbitrariedad y su sectarismo, cada uno en su casa es muy libre, ¡faltaría!, sino esa obsesión que tienen por barnizar sus "formas" con una falsa imparcialidad que nadie se cree... pero ellos sabrán.
Quede al menos la constancia de que en borjamari siempre fuimos partidarios de dejar absolutamente cualquier comentario ajeno por fuerte que fuera.. -y hay que reconocer que muchos lo eran-, a pesar de que algún borjamari hubiera dejado de leerlos hacía ya mucho tiempo por una mera cuestión de higiene mental.
No queremos "fama", algo que sería fácil de conseguir saltando al circo mediático "bloguero" con dos entrevistas, alguna estúpida lista de "los más de los más de los más" o cuatro comentarios incendiarios en otros blogs, y, aunque algunos no lo entiendan como tal, desde estas "opiniones" siempre hemos tratado de evitar alusiones personales sobre "quien" escribe, intentando centrarnos en "qué" escribe, algo que, entonemos un "mea culpa", no parece que se consiguiera muy a menudo, por lo que pedimos humildes disculpas en aquellas veces que, sin pretenderlo, nos pasamos tres pueblos. Nunca fue, desde luego, esa su intención.
A nuestro favor lo único que podemos alegar es la enorme dificultad, por las propias y particulares características de las bitácoras, que existen a la hora de separar una cosa de la otra, pero nunca hay que olvidar que borjamari es simplemente la opinión, entre provocadora y juguetona, de quienes la escriben, nada más, y para eso, da igual quien o quienes se oculten tras un nick tan grotesco y mamarracho como ese.
Luego, si hay personas tan insatisfechas que no les vale con leer fábulas, sino que quieren saber detalles del creador de las mismas y, como no pueden, inventan datos y lanzan falsas noticias, el problema es de ellos.