Nos cuentan que...
... sospecho que los blogs, paraísos periodísticoliterariotandemoda que otorgan placer a la existencia de algunos egocéntricos (y aburridos) mortales, protagonizados mayoritariamente por inacabables culebrones clónicotecnológicos, informativos con aroma a quieroynopuedo (rebosantes refritos de noticias ajenas), exquisitas vanguardias del diseño (siempre con su tono azul y su mini-minimalismo como bandera), magnéticos y educativos templos de quejumbrosa sicología y sociología adolescente, sin olvidar a la tan aburrida como abundante verdulería política, no están atravesando su mejor momento.
Una vez pasada la resaca de hace unos meses cuando eran paseados (y exhibidos) por los púlpitos mediáticos, y por más que uno quisiera creer en alguna evidencia sobre la inmejorable salud y la progresiva riqueza material y espiritual de todo lo relacionado con las bitácoras, la realidad es tozuda. Ya pocos, al margen de públicos discursos autopromocionales, reconocen en privado la legitimidad, sabiduría e incontestabilidad que durante algún tiempo defendieron como cualidades innatas a las mismas.
Hay una prueba evidente: aquellos avispados que creyeron ver en las bitácoras una forma para alcanzar sus ansias de "ser" o de "estar" ("narcisistas", "económicas" o, en la mayoría de los casos ambasdos -que a nadie le amarga un dulce-), y que se lanzaron a montar chiringuitos con el (único) afán de atrapar el mayor trozo de un pastel que presumían "goloso", poco a poco van mirando para otro lado, y dejando en estado vegetativo sus "inventos". Unos juguetes rotos a los que apenas prestan ya atención.
Si las aficiones lúdicas y la forma de comunicarse con el mundo de la gente blog lo compone ahora mismo un mosaico de banalidades tan enemistado con la estética y con la ética como el muy lamentable "relanzamiento" (????) de bitacoraspuntonet (a la que le ha seguido la pueril reacción de una moribunda bitacoraspuntocom "actualizando su risible top) o los interminables problemas de blogalia-guadiana, en una lenta pero continua desbandada de sus miembros gracias al chapucero estado en el que lleva sumergida desde hace meses, es normal que los blogs en español, -como un hecho propio y diferenciado dentro de internet-, no esté atravesando precisamente por su mejor momento.
Ojalá el curso que comienza ayude a clarificar algo las cosas. Material haberlo, "haylo"