Nos cuentan que...
... el micromundo de los blogs funciona como cualquier otro ecosistema dentro del universo, por poner sólo un ejemplo: la proporción de idiotas por metro cuadrado que pueblan este hábitat, es más o menos la misma que en el mundo real.
No siempre es malo eso, oigan. Según las circunstancias la idiotez puede ser inofensiva, incluso útil. Hay sujetos, -algún idiota diría sujetos y sujetas-, que con la idiotez se han hecho famosos, basta darse un paseo por esas listas de éxitos tan de moda, por ejemplo, para encontrarlos por docenas.
Pero hay casos en que la idiotez resulta más llamativa, idiotas rotundos y lustrosos, de esos que tecleas la palabra idiota, -algún idiota diría idiota e idioto- en el ordenador, le das a la tecla enter y sale su foto, fenómeno que por alguna extraña razón, está experimentando un rápido y constante aumento en el mundo de los blogs.
Es el gran triunfo de las bitácoras. Nunca antes ha habido, como ahora, tanto idiota diciéndonos que tenemos que decir, pensar, comer, reprochar, vestir, leer, criticar, consumir, señalar, votar...
Tantos idiotas intentando sentar cátedra, auto complaciéndose, blandeando, condescendiéndole la palabra a otros idiotas que le den automáticamente la razón y rían las gracias (aunque luego estén pensando lo plasta, pedante e insoportable que es el tío), punteándose a esto o lo otro por el no vayan a creer que soy tal o soy cual, más de un lado o más del otro. ¡Porque yo lo valgo!
Todo esto podía ser divertido, al fin y al cabo el espectáculo, en conjunto, es lo más parecido a una interminable sesión de monólogos baratos en un club de comedia de cualquier televisión local, con sus incondicionales aplaudiendo para hacer sentir al autor, el centro del universo, al menos durante unos minutos.
Pero lo malo es que la risa se te va, cuando caes en la cuenta de que entre todos esos idiotas intentan, por enésima vez en la muy corta historia de las bitácoras, secuestrar todo lo que de independencia y de libertad tienen un fenómeno como éste, para convertirse, por el morro, en sus administradores exclusivos y poder desplegar, en un obsceno ejercicio de autobombo, su pobres vidas de idiotas vanidosos.
Resumiendo en dos palabras: somos idiotas. Y si no fuera por la imagen que (tal y como están las cosas) podría dar la frase completa podríamos haber dicho: somos unos idiotas solemnes.
pd: "borjamari" se hace responsable de todo lo que aparece en esta página, pero no todo lo que aparece en esta página es compartido, al menos con la misma devoción, por el equipomédicohabitual de "borjamari".. que para eso, también "borjamari" es idiota