A pícara de allegue o cómo darse un relajante baño de trascendental trascendencia

La asepsia que suele acompañar a esa ingente cantidad de bitácoras que se escudan en el minimalismo para esconder su incapacidad a la hora de contar algo, tiene a una digna representante en la gallega "a pícara de allegue".

Textos imposibles y una exquisita corrección política suele ser lo habitual. La receta es sencilla: mezclar unas cuantas frases sin el más mínimo sentido (pero que sean lo suficientemente "extrañas" para que nadie se atreva a decir que aquello es una soberana memez), con unas cuantas fotografías (presuntamente "experiementales") hasta formar un decorado que se parezca lo máximo posible a una cámara frigorífica, una sala de teatro de vanguardia o incluso una cápsula lanzada al espacio.. Todo, todo y todo, limpio, puro y con una apariencia muy, muy, "transcendental".

Y ya está, lo demás no importa, se trata de disimular el vacío escribiendo palabras tan inodoras, incoloras e insípidas que resulte inevitable pensar que aquello debe de ser tan bueno, tan bueno, que, de pura genialidad, no hay dios que lo entienda.

Pura expresividad zen ejerciendo de florero vacío.

Ni más ni menos que el cuento del sastre del emperador en versión "mística-sentimental". Otra más.




Borjamari | Otras opiniones | # | xml



Borjamari