Nachovigalondo o vanguardia de lujo
Que los lenguajes cinematográficos, cualquiera que sea el idioma en que se viertan, coinciden en la expresión de unos mismos sentimientos humanos es cosa fácil de comprobar a poco que se piense en ello.
Tras la frase anterior parecería coherente afirmar la inexistencia de un "
cine" que no fuera universal. Pero evidentemente no es así. Existe una parte insólita, rara, especifica. Parte que no necesita esa cosita tan mediocre y fútil de "
estar de moda" y a la que está dedicada (al menos en una gran parte) el blog
"nachovigalondo".
Poco más de un año ha servido para convertir a esta bitácora, una de las pocas aún vivas dedicadas a esos iconos perdurables (mal que les pese a algunos distribuidores) que son los "cortos experimentales" (y valga la innegable redundancia) en una continua referencia para todos los que se acercan a ella con la fervorosa admiración que produce acercarse a una exquisitez a sabiendas de que resultará ininteligible para una gran mayoría.
Un estilo plagado de datos, de cifras, de enlaces y de sarcásticos comentarios. Cualquier pretexto les sirve para desplegar el caos, su caos, un caos que pocas veces se sale de la pauta: "
avanzo, cambio, investigo, me muevo, luego existo"
Sin duda un lujo y un privilegio ser hipnotizados, emocionados, y en alguna ocasión hasta irritados por este inconfundible blog.