Ojo al texto tan absurdamente real como la vida misma
Que en un
micromundo tan confuso y deslucido como el de los
blogs, regido ancestralmente (por designación divina) por una abrumadora mayoría de gañanes mediocres, horteras con pretensiones periodísticas, suplicantes políticos de sueldo y despacho, transparentes candidatos a pelotazos o agraviadores legalizados que lo utilizan para trepar socialmente, intentar hacer negocios o acceder a esa cosita tan fugaz y banal de la "
fama", aunque demuestren una y otra vez su lamentable incapacidad para expresar algo que no guarde relación con la cochambrosa frase hecha, el tópico polvoriento y el analfabetismo satisfecho, encontrase con semejante inteligencia concentrada en un blog siempre supone un lujo.
Ojo al texto es una elegante bitácora de y para idealistas erráticos pero vitales, de y para vocacionales inconformistas, de y para toda esa gente que llegará al final de todo cansada, decepcionada, pero que aún así morirá pataleando tozudamente, sin ceder, o simplemente sin encontrar las ventajas del camino trillado.
Sería insensato negar su excesivo engolamiento, su insistente arrogancia y la habitual tendencia a la demagogia más facilona, pero terriblemente injusto desatenderse de su originalidad, de su frescura y de sus serenos y exquisitos textos.
Álvaro ramírez resulta un "tío" grande.