Nos cuentan que...
... llueven quejas sobre el funcionamiento (mejor dicho sobre el no-funcionamiento) del chiringuito que en su día montaron los tristes chicos (cada vez menos numerosos y cada vez más tristes) de bitácoraspuntocom.
Después de casi una semana con el "mono" puesto y de haber convertido los foros del susodicho chiringuito en un pressingcatch de parvulario (sin recibir una mínima explicación coherente), parece que la chiquillería teenager que lo invade, deseosa de postear sobre el fontduteint y su contexto sociopolítico en el orientepróximo, anda más quemada con el asunto que el pelo de la leticiasabater (por cierto ya que sale el tema, ¿cómo es posible que esta chica use un tinte tan abrasivo, que no me extraña que tenga la meninge así, como una molleja, que cualquiera diría que se puede freír un huevo en una calva?)
No nos dispersemos, nosotros a lo nuestro. No es cuestión de hacer ahora leña del árbol caído (y menos conociendo los aires macarrasamenazadores que suelen gastarse nuestros tristes amigos), pero según nos cuenta un ex colaborador venido a menos (lo peor de ser una estrella mediática nacida del submundo es que te dura el canto de un duro, y luego, claro, te das al vicio) que confiesa estar al tanto de los entresijos del chiringuito en cuestión, lo peor aún está por llegar.
Yo, por supuesto, no me lo creo. La gente, que es muy mala.