El amor, las mujeres y la muerte o transformismo pseudo poético de temporada

Ya hace casi una semana que me enteré pero aún sigo epatado, sorprendido, amoratado, flipado, desencajado, tonto, senil y hasta algo abotargado: athinaonassis le ha regalado a su marido una vaca. Y yo que no se nunca qué regalar a nadie. Aunque si se pone de moda, servidor ya sabe qué hacer. Me pongo un lazo en el pechamen y me regalo a cualquiera.

Pero no hay mal que por bien no venga. Andaba yo deprimido con la noticia, (bajito-bajito, de moral digo, no de altura, que mi metrocincuentayuno lo tengo ya muy asumido, -además, con las botas-andamiaje que me compré en la teletienda y la fajita-pantalón que me eleva las lorzas hasta la barbilla, subo casi 30 centímetros-) cuando se me ocurrió girar mi estrabismo hacia la novena maravilla mundial, hacia la única enciclopedia humana del saber capaz de responder a los grandes interrogantes que llevan acechando a la humanidad por los siglos de los siglos: las bitácoras.

De hecho, si yo tuviera un hijo le llamaría blog.

Ni en mis desbarres más preciosos, emotivos y redichos hubiera llegado a imaginar que de un plumazo iba a encontrar tan fácilmente el regalo perfecto para quedar bien sin gastar un duro. Algo sencillo a la par que elegante y que sólo se encuentra en una bitácora: la metapoesia.

Y ¿qué es la metapoesía?, pues metapoesía no es "entender" sino "sentir". Metapoesía es cuando "se inundaba Bermudez/ y croaban las ranas / en Villalonga", cuando "no le daba la propina / al camarero, / porque todo era una risa"; cuando "en los postes de la esquina / cuelgan los esqueletos / de los barriletes" .. metapoesia es el espíritu que impregna de sentimiento una comida familiar en el campo, con sus pechugas empanadas, su ensalada de tomate, su latita de mejillones en escabeche para picar y unos sobaosmal-ti-nez de postre. Metapoesía eres tú.

Ya está, fácil, solucionada la depresión. Bajo las precisas y completas indicaciones emanadas con todo mimo desde ese templo de la metamodernidad metapoética que es esta metabitácora, uno puede inspirarse para metacomponer un metapoema para metaregalar. Metagratis y metaoriginal. Metagüay

El perfecto metaregalo para metaregalar, sin copyright de esos ni nada. Y si además lo envolvemos en un papel a tono con su calidad, por ejemplo de ésos que casi siempre faltan en los retretes de los bares, no será simplemente un regalo, será un apasionante perfecto y exclusivo meta-metaregalo.

Y ya puedes rabiar de envidia onassis, tú regalarás vacas, pero nosotros podemos, gracias a las bitácoras, metapoesia. Nada más, pero !nada menos!

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