Si fuese tan sencillo discernir si una melena rubia es natural o teñida como resulta darse cuenta de si un blog es interesante o sólo lo parece, la fragua se hubiese quedado sin un bonito macguffin para articular la (presuntamente) chispeante colorista y esencialmente agradable mirada indie que su autor intenta transmitir bajo el enfático y ampuloso (y casi tan redicho como un post del borjamari) subtítulo de "estrategias para aceptar la muerte .."
Es difícil enfrentarse al hecho de que la fragua sea un blog fallido. Como difícil es hacer entender a quien lea esta opinión la paradoja de que, sintiendo absoluto interés y hasta una pequeña atracción fatal por el planteamiento, el estilo, los temas y, sobre todo, por la intención de su autor, no pueda evitar una decepción personal- cuasi metafísica- al ver lo mal que soporta el paso del tiempo lo que en sus comienzos fue una prometedora bitácora. Tan interesante como innovadora.
Uno no puede evitar simpatizar con el intento, pero no debe, tampoco, evitar la verdad: la fragua ya no funciona, al menos no como antes. Hace agua por demasiados sitios. Demasiadas influencias, demasiadas servidumbres, demasiadas ataduras, demasiados clichés, demasiadas faltas de originalidad. Al final la conclusión es inevitable, tiene algo que, a pesar del (demostrado) buen hacer de su autor, resulta casposo. Y, en los blogs, uno ya está harto de caspa.
Borjamari