¿Majaras o payasos?: las dos cosas
Nadie es tan absurdo a estas alturas como para creer en la realidad del derecho a la intimidad o que, si el primero que sepa un poco de códigos binarios tiene algún interés, intentará controlarte hasta los suspiros más leves y las vivencias más inocuas. Pero es terrible saberse tan vulnerable y controlado, no tener derecho ni a estar de vez en cuando contigo mismo. Por ello, me quedo atónito cuando leo glorificados mensajes, con enunciados entre surrealistas y payasos, que asocian la libertad de cada uno con la seguridad de los demás. El tema me supera y me repele y acabo por no saber si reír o encabronarme. La movida bitacorera se está poniendo muy cruda.
Nadie es tan absurdo a estas alturas como para creer en la realidad del derecho a la intimidad o que, si el primero que sepa un poco de códigos binarios tiene algún interés, intentará controlarte hasta los suspiros más leves y las vivencias más inocuas. Pero es terrible saberse tan vulnerable y controlado, no tener derecho ni a estar de vez en cuando contigo mismo. Por ello, me quedo atónito cuando leo glorificados mensajes, con enunciados entre surrealistas y payasos, que asocian la libertad de cada uno con la seguridad de los demás. El tema me supera y me repele y acabo por no saber si reír o encabronarme. La movida bitacorera se está poniendo muy cruda.
"Muy triste lo que ha sucedido este fin de semana en la blogosfera colombiana.
Empezaron con el blog de Lully y ya van cuatro blogs que han sido “crackeados”.
El autor o los autores de estas fechorías se regodean haciendo daño y por lo
visto se creen omnipotentes y geniales.
Es muy triste porque causan
malestar y hieren con sus acciones al colectivo. A una blogosfera colombiana que
ha ido aprendiendo a debatir sin demasiada agresividad y a intercambiar
opiniones y disenso dentro de la libertad de expresión que caracteriza a los
blogs."Álvaro rámirez ospina
