La mirada del asno ni a godot ni a leches: esperando que vuelva la mirada asnal
Uno, arrastrado por sus mayores, (a los que
dios/ jeová/buda/alá y/o
similares nos guarden por muchos años) siempre había creído que los
blogs dedicados a
alcanzar el tao eran algo así como unas horribles
snuffbitácoras decoradas al
gotelé cuyos habitantes bebían
tetrabiks del
tíodelabota mientras se zampaban los
bocatas de
chopped caducado que mangaban de la tienda aprovechando los
chiquiprecios. Unos
blogs de los que había que huir cual si fueras una
personalassistantporhoras de la mismísima
naomí campbell (manía tiene esta chica de arrearles tundas a sus domesticas.. ¿verdad?). Qué error, qué inmenso error. Si ya lo decía mi abuela, la gente suele tener prejuicios por arte de
mafia, al fin y al cabo en todas partes cuecen habas. Con la grima que me dan a mí esas verduras.
Pero poco ha durado la alegría en la casa del pobre. Mí gozo en un pozo. Con los deditos pelados como muñones, la mandíbula desencajada y los ojitos intoxicados vivos de
botox me he quedado al ver como he llegado tarde: resulta que semejante
tótem entre los
tótem nos dejó hace ya unos cuantos meses. Tragedias así te dejan tan tocado, te conmocionan tanto, que eres incapaz de dejar de llorar ¿Por qué siempre se van los mejores? Es en momentos como éste cuando descubres lo verdaderamente importante de la vida.
De verdad, seas quien seas, vuelve, reaparece, manifiéstate de nuevo. Pasara lo que pasara seguro que podemos arreglarlo. Ahora hay facilidades. Si mí vecina guarda las cachos de las uñas de los pies cada vez que se las corta para, el día de mañana, mandarlas a
tucson y que así le puedan regenerar el
careto, mal ha de ser que tu no tengas alguna cutícula perdida por el suelo del retrete y puedan sacarte unas cuantas células madre que puedan regenerarte tan genial
blog. Cuenta desde ya mismo con uno de tus más rendidos
fans... pero
fans, fans. Así, en plural.