Ya sé que le critican, me costa que le odian, la envidia les corroe, sus triunfos les agobian...

Tengo una fatiga facial que ni la anaobregon sin photoshop. Consternado estoy. Y que nadie crea que este acceso de melodrama que me aqueja, por otro lado meramente coyuntural, se debe a que la bitacoraspuntocom sigue a estas alturas de la película como la masako, hecha un poto, mientras sus pupilos parecen ranas calvas de tanto tirarse del pelo ("la tardanza en la reparación del servidor se deben a que los componentes no han llegado, y contra eso no podemos hacer nada" dice el único "pobriño" que después de más de una semana se atreve a no decir nada), que también, sino al linchamiento mediático al que algunos profesionales de la envidia (a buen seguro que después de haber sobrepasado las siete copas del mariebrizard -con el alcohol, un señor bien suelta toda la verdad y cuando digo toda, es toda-) quieren someter a esa personalidad renacentista y fascinante, con tanto misterio intelectual, creador de un arte tan complejo como torrencial, bálsamo del blogguer llano con su prodigioso sentido del espectáculo, pozo sin fondo del anecdotario vital más subyugante, alma, vida y espíritu de la publicitada y ritual microsiervos: alvy

Resulta que a algunos resentidos supersuperficiales les ha molestado que mi alvaroibañez, (que qué bien me cae este chico, qué listo es y que centrado) un profesional de los pieses a la cabeza y que siempre se ha distinguido por su inquebrantable amor y admiración a los blogs limpios de fenicios intereses, se haya dado a una orgía extramarital con su ex jefe.

¡Ay cómo se han puesto! Como si uno no tuviera derecho a poner en funcionamiento la neurona que se le coció en la incubadora y empezar una nueva vida. Me diréis Borjamari, hijo, después de los que has rajado de los pelotazos qué falta de criterio el tuyo. Pues sí, pero mi sino es empatizar con personas que viven en un grito. Yo desde luego entiendo a alvy, somos dos almas con caminos para-lelos. Es duro ser un hombre independiente. Mucho. Vivir por ti mismo, alimentarte con lo que encuentras en los contenedores, robar a los mendigos con problemas de movilidad, despiojarte como un mandril. Y cuando por fin parece que encuentras el final del túnel no hay nada que más jorobe que los ataques de una panda de envidiosos resentidos capaces hasta de decir que conocen a isabelpreysler de una reunión de tuperwares con fererrorocher con tal de salir en el programa de anarosa.

A ver si se enteran: nosotros los amorales colaboramos con quien nos de la gana. Y a mucha honra.

Yo desde luego lo entiendo, que conste, porque cuando uno está dispuesto a dejar a las masas que te aman y que te pueden convertir en su dios porque decides que quieres crecer como profesional, apostar por su carrera y ser uno mismo en un proyecto de envergadura, esta claro que uno es una persona muy madura y con la cabeza muy bien puesta y nada, nada materialista.

Además, todo es cuestión de precio, y las de lujo siempre están más buenas ¿Quién se ha comprado un abrigo de gucci a golpe de dignidad? A ver.

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