A pícara de allegue o cómo darse un relajante baño de trascendental trascendencia

La asepsia que suele acompañar a esa ingente cantidad de bitácoras que se escudan en el minimalismo para esconder su incapacidad a la hora de contar algo, tiene a una digna representante en la gallega "a pícara de allegue".

Textos imposibles y una exquisita corrección política suele ser lo habitual. La receta es sencilla: mezclar unas cuantas frases sin el más mínimo sentido (pero que sean lo suficientemente "extrañas" para que nadie se atreva a decir que aquello es una soberana memez), con unas cuantas fotografías (presuntamente "experiementales") hasta formar un decorado que se parezca lo máximo posible a una cámara frigorífica, una sala de teatro de vanguardia o incluso una cápsula lanzada al espacio.. Todo, todo y todo, limpio, puro y con una apariencia muy, muy, "transcendental".

Y ya está, lo demás no importa, se trata de disimular el vacío escribiendo palabras tan inodoras, incoloras e insípidas que resulte inevitable pensar que aquello debe de ser tan bueno, tan bueno, que, de pura genialidad, no hay dios que lo entienda.

Pura expresividad zen ejerciendo de florero vacío.

Ni más ni menos que el cuento del sastre del emperador en versión "mística-sentimental". Otra más.




Borjamari | Otras opiniones | # | xml



Nos cuentan que...

... el micromundo de los blogs funciona como cualquier otro ecosistema dentro del universo, por poner sólo un ejemplo: la proporción de idiotas por metro cuadrado que pueblan este hábitat, es más o menos la misma que en el mundo real.

No siempre es malo eso, oigan. Según las circunstancias la idiotez puede ser inofensiva, incluso útil. Hay sujetos, -algún idiota diría sujetos y sujetas-, que con la idiotez se han hecho famosos, basta darse un paseo por esas listas de éxitos tan de moda, por ejemplo, para encontrarlos por docenas.

Pero hay casos en que la idiotez resulta más llamativa, idiotas rotundos y lustrosos, de esos que tecleas la palabra idiota, -algún idiota diría idiota e idioto- en el ordenador, le das a la tecla enter y sale su foto, fenómeno que por alguna extraña razón, está experimentando un rápido y constante aumento en el mundo de los blogs.

Es el gran triunfo de las bitácoras. Nunca antes ha habido, como ahora, tanto idiota diciéndonos que tenemos que decir, pensar, comer, reprochar, vestir, leer, criticar, consumir, señalar, votar...

Tantos idiotas intentando sentar cátedra, auto complaciéndose, blandeando, condescendiéndole la palabra a otros idiotas que le den automáticamente la razón y rían las gracias (aunque luego estén pensando lo plasta, pedante e insoportable que es el tío), punteándose a esto o lo otro por el no vayan a creer que soy tal o soy cual, más de un lado o más del otro. ¡Porque yo lo valgo!

Todo esto podía ser divertido, al fin y al cabo el espectáculo, en conjunto, es lo más parecido a una interminable sesión de monólogos baratos en un club de comedia de cualquier televisión local, con sus incondicionales aplaudiendo para hacer sentir al autor, el centro del universo, al menos durante unos minutos.

Pero lo malo es que la risa se te va, cuando caes en la cuenta de que entre todos esos idiotas intentan, por enésima vez en la muy corta historia de las bitácoras, secuestrar todo lo que de independencia y de libertad tienen un fenómeno como éste, para convertirse, por el morro, en sus administradores exclusivos y poder desplegar, en un obsceno ejercicio de autobombo, su pobres vidas de idiotas vanidosos.

Resumiendo en dos palabras: somos idiotas. Y si no fuera por la imagen que (tal y como están las cosas) podría dar la frase completa podríamos haber dicho: somos unos idiotas solemnes.

pd: "borjamari" se hace responsable de todo lo que aparece en esta página, pero no todo lo que aparece en esta página es compartido, al menos con la misma devoción, por el equipomédicohabitual de "borjamari".. que para eso, también "borjamari" es idiota

Borjamari | Otras opiniones | # | xml



Nos cuentan que..

... este humilde servidor pensaba, con gran ingenuidad por su parte, que podía mantener su criterio en asuntos varios sin problema.

Es decir, dado que tenemos libertad de expresión, por qué carajo no va uno a ejercerla para decir si este blog le parece bien o mal, ese otro es más o menos coñazo o aquel diseño es más feo que un traje de comunión de la agatha ruiz de la prada.

Pues sí, puedes hacerlo, desde luego. Pero puedes encontrarte rápidamente solo y perdido, asediado por aquí y por allí, odiado por unos y por otros.

Y esto no es ficción, lo juro, son las bitácoras mismas.

Como critiqué a blogalia me colocaron el sambenito de ser un submarino de bitácoraspuntocom, pero con la "desgracia" de que los de bitácoraspuntocom me llaman de todo porque a ellos les reprocho que vivan del cuento y sean unos integristas de salón que se aprovechan de las bitácoras ajenas.

Eso sí, tantos unos como otros (o al menos identificándose como tales) se estuvieron descornando durante una buena temporada mandándome todo tipo de "informaciónes" sobre el "contrario" que ríase usted del "tomate".

Como me pareció un desastre el intento de cobrar alojamientos, al menos sin que el autor obtuviera nada a cambio, algunos me tacharon de demagogo sensacionalista, pero al mismo tiempo otros (y a veces los mismos perros con distintos collares) me reprochaban que fuera un moderado de pacotilla que no se atrevía con determinados asuntos por estar siempre nadando y guardando la ropa.

Cuando la emprendí contra las listas, premios y homenajes ombligueros amañados que se intercambian como cromos cada cuarto de hora, me llamaron envidioso desorejado, pero los mismos y en privado, se empeñaban en pedirme entrevistas para hacer subir (sic) la audiencia de su bitácora.

Como un día dije que los blogs políticos no eran más que recortes manipulados de la prensa del día antes, resulta que me convertí de pronto, en un representante de la caverna mediática sólo por decir lo que todos pensaban: que sus blogs, siempre más papistas que el papa, hacen la función de tontos útiles (y muy, muy baratos, baratos) para el correspondiente departamento de propaganda.

Cuando se me ocurrió hablar sobre el maquillaje de estadísticas, los "maquilladores" todos a una, en vez de enmendar o justificar su "trabajo", me pasaron por la picadora del "si te he visto no me acuerdo" una vez comprobaron que por darme coba cada tarde no iban a librarse de ser señalados. !Intentarlo vaya si lo intentaron!

..y así hasta el infinito y más allá.

Conclusión: el problema está en que lo que quieren no es afición, sino pasión. Quieren militantes que les aplaudan cuando aciertan, pero también cuando fallan, cuando lo hacen bien y cuando desbarran.

Que opines, con cuanta más saña mejor, de los demás, pero jamás de ellos.

Se pasan todo el día haciendo chanzas sobre unos y otros, llamando a este pedante y a aquel ignorante, diciendo lo que quieren y cuando quieren de quien quieren, pero siempre cumpliendo su único mandamiento, ese que llevan a rajatabla: que el interesado no se entere..

Al menos directamente. Ante todo la forma y el buen rollo.

Pero a ti, muchacho, que no se te ocurra montar una guasa pública sobre el cachondeo general que provocan los post hablando de la decisiva influencia de los blogs en la nuevaeradelperiodismomediatico o del sonrojo que produce ver el impresionante ejercicio de vanidad que se despliega cada vez que en algún renglón de algún sitio, por muy perdido que sea, se mencione un blog; si lo haces corres el riesgo de enfrentarte a los salvapatrias profesionales de estas cosas.. !y no sabes como se las gastan!

Ni se te ocurra decir nada, ni hacer nada, ni escribir nada. Mucho cuidado.

!Somos tan sensibles! Qué le vamos a hacer.

Borjamari | Otras opiniones | # | xml




La página 36 o frankly my dear, I don’t give a damn

Aunque con (excelentes) excepciones, la mayoría de bitácoras dedicadas (presuntamente) al cine apenas pasan de ser una barata reformulación "pismoderna" de aquellos tediosos cineforums escritas por unos pretendidos cinéfilos empeñados en ser pedantes a costa de poner a parir cualquier cosa que huela a "taquilla".

Estos irritantes marisabidillos, devoradores compulsivos de "torrentes" en el videoclub pero incapaces de ver una película de eisenstein sin alcanzar la fase rem, se caracterizan por su extraña tendencia a subrayar las minucias más peregrinas de cada película (mejor cuanto más coñazo e ininteligible sea la misma), diseccionándola hasta conseguir (por una mera asociación de ideas), que la aborrezcas antes de verla.

La página 36 es un buen ejemplo, caspa hardboiled del tradicional outsider desencantado del sistema que aprovecha la menor oportunidad para largarnos marmóreos y metafísicos "diálogos" (confesados como propios en un gesto de sinceridad que le honra -no todos se atreverían a firmar con su nombre semejantes patochadas y borjamari es un buen ejemplo) con una impávida estolidez que, de verdad, impresiona

Pero no sólo de cine vive un blog, como buen onanista que se esconde detrás de este tipo de "cinéfilos" lo mejor está por llegar: un detallado, completo y exhaustivo informe sobre su última actividad como "organizador" de un "festival" de "cine" (acompañado en el programa de fiestas por el acostumbrado pregón y los inevitables "juegos florales", imagino)

Yo recogiendo premio, yo rodeado de mujeres, yo subiendo al escenario, yo comiendo un pincho de tortilla, yo en el retrete evacuando... ¿habrá algo más pelma, aburrido y empalagoso que un "amigo" haciéndose el colega enrollado empeñado en enseñarte -¡y explicarte!- sus fotos?.. pues sí, lo hay: página 36.. por ejemplo. Alguien debería de decirle a tan ufano autor que observar cómo se "divierten" otros en una pantalla suele ser un espectáculo especialmente aburrido y más si lo que les ocurre a los protagonistas no resulta trascendente ni para ellos mismos.




Borjamari | Otras opiniones | # | xml




Martin varsavsky o demasiado encantado de haberse conocido hasta para él mismo

Existe algo turbio, tan inexpresivo como gélido, tan pragmático como misterioso, en el científico que viaja en la nave nostrodomo y al que le provoca más curiosidad que terror el octavo y salvaje pasajero que se ha colado dentro del organismo del incauto que pretendió atraparlo.

El fulano te mosquea inicialmente pero no están claras las razones de por qué te inspira grima. La teniente ripley, esa acojonada tía que acaba actuando como una leona en nombre de la supervivencia, descubrirá que el alien tiene un protector implacable en ese científico, que detrás de su apariencia asépticamente humana se esconde un puto robot a las ordenes de la multinacional que no duda en sacrificar a sus empleados a cambio del pastón que conseguirá con ese monstruoso hallazgo.

He tenido la misma sensación antes de leer a varsavsky. Un tipo lo suficientemente conocido y con un "curriculum" lo suficientemente impresionante (se jacta, entre otras cosas, de haber fundado media docena de compañías en los últimos 15 años y de ganar su primer millón de dólares vendiendo lofts en nueva york) como para hacer inevitable que aparezca un cierto pavor del subconsciente sólo por el hecho de tener que abordar la lectura de, en principio, tan peculiar y elitista bitácora.

Pero como tantas veces, todo se queda en "humo". Su monolítica gestualidad y su discurso, entre bíblico y minimalista, hace que en apenas un par de post me desinterese de unos textos tan vergonzosamente egocéntricos como previsibles, recitados con el mismo tono monocorde y propagandístico que usan los charlatanes de feria cuando intentan convencernos de las bondades de su último producto. Esta temporada toca "fon" una entelequia que él mismo define como "una enorme red wifi casi gratuita", un proyecto curioso para quien en un momento determinado, fue capaz de afirmar sin rubor que rechazaría cualquier oferta de compra de la compañía que le dio a conocer (jazztel) y pocos meses después tuvo que dimitir de ella después de que ésta publicara unas pérdidas para aquel aciago trimetre, de 41,4 millones de euros.

Seguro que el problema es mío, demasiadas expectativas. Esperaba más de un blog firmado por quien fuera capaz de enfrentarse al todopoderoso villalonga en la época en la que ambos eran rivales, o hasta plantarle cara a la mismísima comisión nacional del mercado de valores. Esperaba un blog más divertido, más práctico, más entretenido, más hábil, más inteligente. Algo "más" de un tipo conocido por su extraño sentido del humor y por sus continuas contradicciones, que no fuera tan autómata, tan acomodaticio, tan complaciente. Un blog más atrevido, digno de quien llegó a pregonar a los cuatro vientos antes del desplome de su anterior compañía: "he hecho la promesa personal de no volver a crear ninguna nueva empresa: dedicar más tiempo con su familia y sus hijos y consolidar los proyectos que ya tiene en marcha serán sus principales prioridades".




Borjamari | Otras opiniones | # | xml




Weblogs políticos o entre tantos tiene que haber de todo

La alergia, poco menos que obsesiva, que habitualmente existe en este blog a cualquier tipo de bitácora considerada "política", está fundamentada no sólo en el escaso interés de quienes garabatean aquí hacía ese tipo de "entretenimiento", que también, sino como un mecanismo de defensa para no entrar en la pelea dialéctica de establecer "autenticidades"; cualquiera de los "bandos" no sólo considerará su discurso como el único coherente y !por supuesto! verdadero, sino que rápidamente tacharán de "contrario extremista" a todo aquel que no esté de acuerdo con ellos.

El fanatismo y la visceralidad con el que habitualmente se desfogan estos aficionados cachorros (los comportamientos, por suerte para todos, suelen ser bastante más recatados cuando hay "sueldos" oficiales y/o oficiosos de por medio), independientemente de su ideología, suelen estar alejados de la realidad de una forma directamente proporcional al fanatismo que profese su autor.

La verdad es que, como ya dijimos alguna vez, dejando al margen las ideas particulares de cada una de ellas, hay que reconocer que el abanico ideológico no puede ser más abierto, aunque eso sí, todas parecen cortadas por el mismo patrón: unos panfletos demagógicos y soberanamente aburridos que serían la envidia de cualquier departamento de propaganda del correspondiente partido.

Y además lo hacen gratis.

Pero no todo es blogbasura en estado de putrefacción, hay que escudriñar mucho pero entre tantos egos y personajes, entre tanto arrabalero oxidado que se empeña en levantar el brazo o el puño según le diga esa mañana su adorado dios-contertuliano mediático correspondiente, también hay algunas que pueden merecer la pena.

Cuestión de buscar.

Dos recomendaciones muy rápidas

Para los de un "lado" nada como "cine y política", un blog tan inteligente que en más de una ocasión ha logrado incomodar hasta a "su" propia gente. Un dato que, a pesar de su elemental obviedad en casi cualquier otra parcela del pensamiento, no deja de ser un triunfo en los blogs, y más en los que tratan de estos temas tan aficionados ellos a practicar el más sonrojante e infantil chauvinismo.

Para los del "otro lado", nada como "nosotros los monos", un chocante experimento de pegada inmediata que busca (a pesar de su excesiva afición al naturalismo más cursilón y relamido) la agitación a través de un aticista discurso.

Ambos casos están claramente dentro de las insufribles bitácoras políticas, pero tampoco conviene generalizar en demasía; tomando prestada aquella etiqueta atribuida a evaristo, el cantante de la polla, cuando gritó en la presentación de su primer disco en directo un significativo ¡aupa el punk patatero! para separar el buen punk político del resto de la basura que se estaba haciendo, también podemos decir por aquí eso de "¡aupa el blog patatero!"

Borjamari | Otras opiniones | # | xml




Reflexiones en blanco y negro: o nadear en la nada

Con las bitácoras "hiperrealistas" de formato adolescente (y el término no tiene que coincidir exactamente con una determinada edad biológica -aquí un caso evidente-), ocurre lo mismo que con esas mujeres, recatadas ellas, que jamás llegaron a enseñar un pecho en público pero que en cuanto son madres el pudor se convierte, como por arte de magia, en un puro y duro exhibicionismo que no respeta ninguna circunstancia; como si el pecho del que mamara el niño no tuviera nada que ver con aquel otro que se pasaron su vida escondiendo.

"Reflexiones en blanco y negro" es un ejercicio de amamantamiento continuo, una constante exhibición de fragmentos de vida, aburridos, monótonos, mal escritos y que apenas pueden ser leídos sin bostezar varias veces en cada post. Ninguna vida puede ser tan insulsa como la que describe su autora, hasta la más aburrida figura de cera tiene más acción que la detallada en esta delirante bitácora que desafía las leyes del aburrimiento contándonos una y otra vez, desde su cómoda posición occidental: calentita, cómoda y saciada, lo pacifista, cool y enrollada que puede llegar a ser una después de pegarse "un maratón de 48 horas frente al ordenador" con la boca llena de surrealistas "solidaridades" en posesión de eso aún más abstracto que cursi llamado "valor humano".

Solidarios de salón colocándose la inútil y folclórica pegatina humanitaria que aplaque su mala conciencia por pertenecer a las injustas minorías que vivimos razonablemente bien a costa de la apocalíptica pobreza de tantos millones de seres humanos que a lo único que pueden aspirar desde que son paridos es a la supervivencia en condiciones límites. Ya que no está dispuesta a abandonar sus comodidades sería mucho más honrado que se callara.

Al menos es la demostración de que los weblogs son un género "nuevo", igual que las castas señoras solo se sacan el pecho para darle de mamar al niño y nunca se les hubiera ocurrido hacerlo en cualquier otra circunstancia, tal cantidad de simplezas y de obviedades uno nunca se propondría contarlas de no existir este indefinible invento que llamamos bitácoras.




Borjamari | Otras opiniones | # | xml




La mirada de jokin mucho más que palabras

"No dejaré que te acorralen baby". La frase, pronunciada por patrick swayze en la película dirty dancing, cuando, encarnando a un humilde profesor de baile, era capaz de enamorar a una niña bien (la hoy completamente olvidada jenifer grey), conmovió allá por 1987 el corazón de millones de personas al ritmo del inolvidable the time of my life.

Evidentemente nada, absolutamente nada, tiene que ver la película con tan admirable blog, pero bien podría servir la famosa frase para sintetizar el espíritu de un trabajo, concienzudamente racional y descaradamente realista, que desarrolla esta valiente bitácora alrededor de uno de los problemas más crueles, inhumanos y vergonzosos con los que aún convive una sociedad (presuntamente) civilizada.

Nunca un blog habrá justificado tanto la (tan cuestionada) utilidad de las bitácoras.




Borjamari | Otras opiniones | # | xml



Borjamari