Para, por favor... creo que voy a vomitar!!!:¿me gusta?
Me gusta su ironía certera y sus detalles de realismo cruel, quizá porque estoy ya harto de tanto
blog con la cara lavada con jabón lux, el pelo lamido con gomina, el guate de terciopelo, modales de tresillo isabelino y la sonrisa plateada, que más que escribir parece que hacen calceta o jerséis de punto bobo o grano de arroz.
Me gusta sus insustanciales
paridas, su escrupuloso manejo de la sintaxis y la
profilaxis, su vocalización de las labiales y las paladiales que manosea como quien habla a un sordomudo con la boca llena de mermelada. Me gusta su hedonismo de regadío, su elegancia huertana, su boato de dignidad y su pertenencia a esa clase de filósofo común que uno no desearía nunca encontrarse delante de una partida de
poker. Demasiado listo en el sentido terrenal de la palabra.
Por gustarme, hasta me gusta su feo, antiestético y cutre envoltorio de contratista de obras o de concesionario de embutidos para perros, tan alejado del habitual nudo de haces magnéticos engendrados por la cultura de la imagen, por la filosofía del diseño que nos imponen.
Me gusta por algo difícil -imposible- de explicar, algo etéreo y letal que se me escapa y vuelve cada vez que diviso alguno de sus ordenados post en el mecánico equilibrio en los que los vomita.
Me gusta. Aunque me gustaría saber por qué me gusta.
co2: a contracorriente
Es el tema de
moda. Las previsiones referentes al estado de salud del planeta resultan muy poco optimistas. Sin embargo los
blogs dedicados a tan árido (y nunca mejor dicho) tema no abundan. Acerca de esos asuntos los "
expertos"
bitacoreros que de todo saben -especialmente del
porvenir-, prefieren correr un tupido velo, y los pocos que se ocupan de ello (sin caer en la demagogia proselitista y
mitinera), soportan con resignación un bien ganado sambenito de agoreros. Lo son. Lo malo es que no parecen ir demasiado descaminados. Hoy se habla, por aquello de no llamar a las cosas por su nombre, de
cambio climático. Ya ha empezado, cómo no, y casi nadie con poder está dispuesto a admitir que no se deba a caprichos incontrolables de la naturaleza.
Se ensayan medidas para reducirlo, pero los nuevos efluvios se amontonan sobre los viejos. Pocas voces se alzan discrepantes en tan políticamente correcto tema. Los países de
tercer mundo protestan sobre las restricciones al enguarramiento global. ¿Nadie tan solidario, ecologista y fraterno se ha preguntado por qué los paises
desarrollados han podido hacerlo durante decenios sin que nadie les llamara al orden y, ahora que la cosa empieza a ser preocupante, a ellos les impiden seguir lo que tradicionalmente ha sido el
camino del progreso? hay empresas, mogollón, dispuestas a aceptar estos argumentos y un montón de
blogs dispuestos a jalear la doctrina oficial. A muerte.
Pero no todos. Alguno hasta tiene
otro punto de vista. Curioso al menos. Por eso no conviene, aunque sólo sea como una forma de acercarse a conocer
otras hipótesis (menos minoritarias de lo que puedan parecer) perderse sus argumentos.
Partamos de lo evidente: predecir el futuro es imposible. Para empezar ¿qué es el futuro? ¿Mañana, dentro de veinte años, el siglo que viene? Por un lado esta incertidumbre está muy bien: a lo mejor nos espera un planeta tan destrozado como suponemos, y se superan de forma milagrosa el hambre, las epidemias y todo tipo de catástrofes habituales. Por otro lado, nuestras expectativas de un universo de ciencia ficción en el que nos sentamos cómodos ( y hemos de reconocer que la ansiedad precisa para hacer ese universo deseable ya está creada) se puede ir al garete dejándonos con las ganas.
En términos chapuceramente científicos diríamos que el horizonte predictivo de los atrabiliarios es bastante limitadito. Saben perfectamente que la más pequeña variante puede alterar la evolución imprevisiblemente: cada causa produce un efecto y el efecto modifica la causa, la causa a su vez modifica la causa, y así sucesivamente.
A las predicciones de futuro les ocurre algo parecido: todos sabemos que en noruega hará siempre más frío que es sudán, pero eso es casi todo. En el siglo XIX fueron muchos los que pensaron ( y no necesariamente los más tontos) que la historia era una ciencia exacta cuyas leyes había que descubrir. Todos los que creyeron haberlas encontrado se equivocaron, lo cual no quiere decir que no atinaran en todas su predicciones. Pero la historia, su curso, ha sufrido una aceleración brutal desde entonces: causas y efectos se encadenan a una velocidad endiablada produciendo nuevos efectos, nuevas causas... El futuro ya no es lo que era.
La máquina no puede pararse, lo sabemos. Pero es muy probable que de aquí a unos años tengamos que prescindir de algunos objetos cotidianos cuya incidencia sobre el medio ambiente es grave, Por ejemplo, las bolsas de plástico o los pañales desechables. Si nos ponemos en un extremo hasta incluso tengamos que reprimir nuestro apetito carnívoro, si las multinacionales de la hamburguesa lo permiten. Las vacas han crecido en número casi tanto como las personas, y para sus pastos se talan enromes áreas de selva tropical, en países en que nunca probarán esa carne. Aunque suene a chiste, la contribución de la defecación vacuna a la hecatombe atmosférica empieza a ser preocupante. Las vacas destruyen y polucionan mucho más de lo que ofrecen a cambio. Puede que vuelvan a ser un articulo de lujo, que se pongan a precio de percebe, de caviar
Cualquier profecía, por más argumentada que esté, por más fiables que sean los datos de los que parte, corre el riesgo de no contar con las mariposas que decidan batir sus alas en un determinado momento. Esa incertidumbre, como en el caso de los chamanes climáticos, da de comer a mucha gente, que se especializa -o dice especializarse- en geopolítica, en ciencia, en tecnología, en comunicación, en sociología, en economía, en ecología, en estrategia, en derecho.. Y a veces fallan todos los expertos del globo. ¿Quién en su sano juicio habría previsto hace veinte años una urss. descompuesta, una alemania unida, o la macedonia (con macedonia) de estados en que se ha convertido lo que fue yugoslavia..
Tal y como nos pintan las cosas y ante tal sucesión de barbaridades que (nos cuentan) sudecerán, es muy difícil no empezar a pensar en el suicidio como solución individual, antes de que el suicidio colectivo (en el que nos cabe una parte de culpa como usuarios de los sprays desodorantes) de manifieste en todo su esplendor.
Por eso es bueno conocer otros puntos de vista. Aunque en el fondo todos sepamos que son sólo optimistas profesionales dispuestos a demostrar a quien les quiera oír que nuestro pobre planeta es capaz de sufrir mucho más embates de los que los humanos (una especie de virus que le ha salido a la tierra) somos capaces de producir. Al fin y al cabo hay que reconocer que el desastre anunciado en el que estamos inmersos tiene todavía que manifestar resultados peores para poder afirmar,
científicamente, que no tenemos ninguna solución. El que no se conforma es porque no quiere.
Grafomanía: o cómo la inteligibilidad sólo está al alcance de unos pocos privilegiados que demuestran su autocomplaciencia enfundados en el
traje del emperador. (Y -por descontado- los demás somos tontos por no tener la sensibilidad necesaria para entender/adorar a los genios).
Y uno lee y encuentra la respuesta al
sentido de la vida resumido en una sola frase: "
hacer que alguien te cultive, que te riegue y te abone, que te recolecte, te aliñe y te degluya (?);
que después te defeque. Pues entonces, las verduras están dominando el mundo"(sic). Y entonces uno no tiene más remedio que identificarse inmediatamente con
grafomanía ¿Pero qué tendrán las bitácoras hipermetafísicas para quemarnos con un simple de sus roces? Pues está claro: ellas son las únicas que contienen "
respuestas" a los grandes problemas que acongojan a la humanidad. La nueva
unidad de destino en lo universal a nuestro alcance. Y
de gratis.
Si no puedes con tu vida, si crees que nada tiene sentido, si la desesperación te lleva por las altas cornisas de la falta de tiempo para pensar, no te lo pienses más, sumérgete en la existencia ontológica de esta bitácora.
Grafomanía es un eco de angustia en la abolida impostura de su tiempo, unos jirones de precarias palabras que su autor no escribe como se escriben, sino como ningún otro más que él mismo podría haber escrito... una perfecta loa a las tablillas del día diario. Poesía sonámbula en la que no se esconde la mágica intemperie del hocico del animal sagrado que respira el mito, entrelazados por las curvas de los pensamientos en busca del deseado vaticinio. Leyendas cotidianas con las que cualquier lector quedará epatado llegando al orgasmo por la dignidad luminosa de la imaginación: "
Si mis pies supieran parpadear y pudiera hablar por las axilas, si mi voz tuviera la facultad de andar estaría ya tan lejos..."
Si
marinetti, camaleónico creador del futurismo, alborotador incomparable del arte, explosión irreverente de dichos y gestos, levantara la cabeza, se volvía corriendo a la tumba al ver como su vanguardia estética acaba convertida en una mera disculpa para dar lustre a una sucesión de despropósitos -con ínfulas de imágenes pretendidamente oníricas- en las que lo único destacable es la desmedida pretenciosidad del autor del bodrio.
Más que relamida
poesía, el resultado se acerca a un melodrama rosa de culebrón venezolano después de pasar por el tamiz de la estupidez. Aunque no todo es negativo. Si los extremos se tocan, algo tan pedante, vanidoso y -sobre todo- malo como este
blog tiene que haber sido escrito por un verdadero genio. Incluso aquellas bitácoras que no pretenden ser sino ser una redicha manera de que el autor de la misma plante las primeras chorradas (con formas de letras) que se le ocurran, incluso esas bitácoras, deberían tener una coherencia mínima. Por muy elementales que sean.
No pertenezco a la (muy abundante) raza de fanáticos adoradores de las listas. Detesto cualquier tipo de
clasificación. Por injustas, parciales y, sobre todo, por la interesada manipulación que todas ellas presentan. Consecuentemente tampoco me despierta nada especial (miento, me suelo divertir bastante viendo a sus impresentables autores "
cocinarlas" de unas maneras tan burdas) la multitud de ellas que por ahí pululan causando estragos hipercalóricos en el ego de sus
afortunados integrantes... aunque admita y comprenda el desaforado y lógico amor que, en un microsistema tan ególatra como en el que nos movemos, despierte cualquier tipo de categorización en el que uno pudiera o pudiese aparecer. Y, por supuesto, la desaforada irritación y la mala baba que derrocharán los ausentes.
Por eso la siguiente osadía, una lista que recoge las cincuenta
bitácoras con más subscriptores en el más usado de los agregadores, el
bloglines, es tan repetitiva, inexacta y cursi (y también interesada, sí) como todas las demás. La consecuencia de una funesta promesa en una noche de borrachera.
Microsiervos: 5072 (subscriptores)
Borjamari: 4381
Barrapunto: 3577
Error 500: 3416
Enrique Dans: 2904
Genbeta: 2794
Google Dirson : 2785
Xataka: 2603
ALT1040: 2430
Escolar: 2199
Minid: 1969
... hmmm ...: 1418
Denker Uber: 1406
Periodista 21: 1395
Historias extra-ordinarias: 1394
Ecuaderno: 1389
Tantos hombres y tan poco tiempo: 1332
FayerWayer: 1211
No puedo creer que lo hayan inventado: 1205
CPI Curioso pero inutil: 1201
Banda Ancha: 1199
Blog de Cine: 1195
Pixel y Dixel: 1162
Pjorge: 1101
Isopixel: 1093
Ñblog: 1092
Mangas Verdes: 1082
Kirai: 1067
La Petite Claudine: 1028
Alzado: 1020
Elastico: 1010
Vida Extra: 982
Merodeando: 941
El Blog Salmon: 940
Studio ST: 906
Caspa.tv: 890
Genciencia: 877
Martin Varsavsky: 876
Engadget Spanish: 819
Atalaya: 800
Tintachina: 776
Territorio Creativo: 771
¡Vaya Tele!: 719
Estratega: 666
La Cosa Humeda: 651
Directo al Paladar: 622
Fernand0: 618
Wwwhats new?: 618
El Sentido de la Vida: 612
OJOBuscador: 589